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Columnistas

El círculo vicioso de los commodities

Ignacio Silva Socio de Vicapital

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 25 de agosto de 2015 a las 04:00 hrs.

"En economía, los cambios demoran más de lo que creemos, y después suceden más rápido de lo que pensábamos". Esta frase del famoso economista Rudiger Dornbusch resume muy bien lo que ha sucedido con los commodities en el último tiempo.


El precio de los dos commodities más relevantes para la economía chilena, el cobre y el petróleo, han caído un 28% y 56% respectivamente en los últimos 12 meses. Lo del cobre es una mala noticia, ya que éste representa aproximadamente el 50% de nuestras exportaciones. Por contrapartida, la disminución del precio del petróleo es muy positiva al ser Chile un importador neto de este combustible.


La historia del petróleo se resume en un shock de oferta, en que un cambio tecnológico, el fracking, ha impulsado su extracción en Estados Unidos a niveles impensados. Sin embargo, la situación del cobre se explica principalmente por la débil demanda de China, cuya economía se encuentra en un proceso de desaceleración y rebalanceo. En la década anterior, tuvimos condiciones muy positivas para los commodities y el cobre en particular. China crecía a niveles de 10% anual y su apetito por materias primas era insaciable, el dólar estaba muy debilitado a nivel global y la oferta de cobre tardaba en ponerse al día con la demanda por la naturaleza de largo plazo de los proyectos.


Sin embargo, desde hace aproximadamente un año, estas condiciones se han reversado dramáticamente transformándose en un círculo vicioso que podría tener larga duración. China se desacelera consistentemente y con esto cae su demanda por commodities. En paralelo, el dólar entró en un período de fortalecimiento de la mano de una economía norteamericana más pujante y se avizora el fin de la era de tasas bajas y condiciones financieras muy favorables para los mercados emergentes, lo cual potencia su desaceleración. Esta situación encuentra justo la oferta en plena expansión y todo ello crea un círculo vicioso de disminución en el valor de los commodities.


Estos cambios han generado una variación radical en tres precios claves de nuestra economía, el cobre, el petróleo y el peso chileno. Esta situación abre grandes desafíos de adaptación para Chile, que deberá ajustarse a esta nueva realidad reasignando recursos y logrando mayor competitividad en la minería.
Esta transformación estructural es también un desafío para los inversionistas, que debemos ser capaces de redirigir el capital hacia sectores beneficiados con estos cambios y que puedan ofrecer retornos atractivos.

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