La urgencia de un plan de reactivación
Dirigentes políticos de la propia Nueva Mayoría se han sumado a los llamados de que el gobierno debiera considerar entre sus prioridades un plan de reactivación económica, una propuesta que a todas luces parece ganar en urgencia en momentos de alta incertidumbre en el frente externo debido a la preocupación por la economía China, el principal socio comercial de nuestro país.
Por cierto, se trata de una petición que con distintos matices y énfasis desde hace ya tiempo se viene escuchando desde los distintos sectores productivos nacionales y dirigentes opositores, que han clamado por medidas concretas que apunten a devolver el ánimo en el ambiente de negocios -nublado en lo interno por las reformas estructurales en las que se encuentra embarcado el gobierno- y efectivamente reactivar las inversiones, que siguen persistentemente a la baja y mantienen frenada la actividad.
Pese a que en el discurso de la autoridad hay un reconocimiento a la necesidad de recuperar confianzas -clave al hablar de economía-, hasta el momento ello no se ha traducido en acciones tangibles y más bien tienden a renovarse desde La Moneda las incertidumbres asociadas a los cambios en materias tributaria, laboral, educacional y constitucional.