La visita del futuro mandatario chino
La próxima semana tendremos en Chile a Xi Jinping, hoy vicepresidente de China y vicepresidente de la Comisión Militar Central...
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La próxima semana tendremos en Chile a Xi Jinping, hoy vicepresidente de China y vicepresidente de la Comisión Militar Central, uno de los cargos claves en la estructura del poder en ese país asiático. Pero, no nos equivoquemos. Si desde la formalidad del protocolo esas son las representaciones con las cuales llega Xi Jinping, en realidad se trata de la visita del futuro mandatario y líder de China.
Claro, uno podría decir -como han señalado algunas notas informativas- se trata del “probable” futuro presidente. O, más aún, del principal candidato a suceder a Hu Jintao cuando deje la secretaría general del Partido Comunista y la presidencia de China y, entre 2012 y 2013, respectivamente. Pero quienes creemos conocer la actual estructura del poder en China y las normas para vivir transiciones sin trauma, sabemos que ese será el camino. Ya está definido: será quien gobierne China entre 2013 y 2023.
Claro, siempre puede suceder un hecho absolutamente insólito e inesperado en el devenir de la política. Y más de alguien puede recordar traumas y tensiones del pasado ligadas a los orígenes de la República Popular China. Pero desde 1992, cuando Jiang Zeming llegó al poder, el proceso chino ha vivido una institucionalización creciente. Para Xi Jinping la vía se ve más despejada y seguramente su primer ministro será Li Kejiang, hoy vicepremier y cercano al presidente Hu.
Xi ya hizo una gira por Latinoamérica en 2009, cuando visitó México, Colombia, Jamaica, Venezuela y Brasil. Fue su primer encuentro con el continente y pudo ver como aquello que de lejos parecía ser un todo -América Latina-, ya de cerca presentaba diversidades y contradicciones. China había publicado oficialmente su “Documento sobre la Política de China hacia América Latina y Caribe”. Ello ocurrió en noviembre de 2008 y un año después Chile era el primer país -y entonces el único- en entregar una respuesta por escrito y formal al propio presidente Hu. Una respuesta no de un gobierno, sino de todo el país -consultada con diversos sectores- y formulada para sentar las bases de las relaciones futuras entre Chile y China.
Xi Jinping, que ya de hace un tiempo viene moviéndose en la tarea de entender el mundo, sabe que el cobre es el eje fundamental del intercambio comercial entre ambos países, pero podemos abrirnos a nuevos espacios de cooperación. El presidente Sebastián Piñera seguramente remarcará lo ya dicho en Beijing en noviembre pasado: el interés de Chile por ver llegar las inversiones chinas. Tenemos un comercio que sobrepasa los US$ 24 mil millones, pero la inversión china sólo alcanza a los US$ 85 millones, es decir nada, en términos comparativos. Es necesario hablar con franqueza para ver qué pasa.
Podemos ir más allá. Chile tiene respuestas en áreas donde China está urgida por avanzar. Ellos tienen preguntas como éstas: ¿Qué hacer con el sistema de pensiones y seguridad social? ¿Cómo modernizar la estructura bancaria y los sistemas financieros? ¿Cómo desarrollar una arquitectura antisísmica poderosa? Son ejemplos de interrogantes chinas ante las cuales Chile sabe como responder con solidez.
Junto con Xi Jinping llegará al poder la Quinta Generación. Es la quinta oleada tras aquellas encabezadas por Mao Zedong, Deng Xiaoping, y los ya nombrados Jiang y Hu. Varios son hijos de los fundadores de la RPCh y su formación aparece más vinculada a economía y ciencia política, sin abandonar las ingenierías que han caracterizado a los antecesores. Una Quinta Generación que ve venir sus grandes tareas: avanzar en la reestructuración económica, manejar el enorme crecimiento urbano, incrementar el consumo en su gran mercado interno, tener menos dependencia de las exportaciones y la inversión extranjera en el PBI, y al mismo tiempo mantener un crecimiento rápido y estable. Tareas complejas en una sociedad bajo transformaciones crecientes. A la vez, asumir las ineludibles responsabilidades de una economía que se coloca a la cabeza de la globalización. Todo eso con Xi Jinping a la cabeza, nuestro próximo visitante.