Álvaro Jana
La semana pasada, un programa radial de opinión invitó al director de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales para hablar del Transpacific Partnership o TPP y la primera pregunta que hizo uno de los entrevistadores fue qué es el TPP. A pesar de la relevancia mediática que este mega acuerdo comercial ha tenido en los demás países que participan del TPP, siempre me ha llamado la atención que en Chile, en general, este tipo de iniciativas o los temas de comercio internacional no son seguidos por los medios periodísticos locales con mucha intensidad y por ciento de manera permanente.
Para un país como Chile, con la red de acuerdos comerciales más amplia del mundo, en que el comercio internacional es un factor esencial de su crecimiento y desenvolvimiento económico y también social, simplemente es un dato curioso. En todo caso, lo trascendente, lo concreto, es que muchos pudimos escuchar al actual director de la Direcon referirse al ABC del TPP, es decir, qué es el TPP, por qué el TPP es importante para Chile y cuál es la posición y objetivos de Chile en el TPP.
A propósito de esta entrevista, se me vinieron inmediatamente a la memoria las fuertes y constantes críticas que técnicos, autoridades y políticos de la Nueva Mayoría, incluso actuales ministros de Estado, levantaron una y otra vez hacia el gobierno anterior a causa del TPP. Hubo críticas orientadas a una falta de transparencia en la negociación (fenómeno común y recurrente en todos los países TPP) pero claramente, la crítica principal se enfocó en el hecho mismo de estar participando de esta iniciativa. Se cuestionó la necesidad de ser parte del TPP ya teniendo Chile TLCs con los demás países participantes.
Consecuencialmente se cuestionó cuáles eran los beneficios reales para Chile argumentándose que serían más los costos y además que el TPP era una herramienta utilizada por Estados Unidos para renegociar a su exclusivo favor disciplinas ya reguladas en el acuerdo bilateral relacionadas con el área de propiedad intelectual (derechos de autor; indicaciones geográficas; protección de datos; patentes farmacéuticas; sanciones civiles y penales; etc.), el área medio ambiental, laboral, de inversiones, comercio electrónico, en fin.
¿Y por qué se me vinieron a la memoria estas críticas? Básicamente, porque nada de lo dicho por el actual director de Direcon sobre el ABC del TPP, y nada de lo que le he escuchado decir a personeros de la Nueva Mayoría e incluso a la Presidenta misma, difiere en lo más mínimo de lo que se dijo y explicó por el gobierno del Presidente Piñera para defender la participación de Chile en esta iniciativa. Por cierto, si este gobierno pudo continuar con un TPP con los intereses de Chile bien resguardados y si este acuerdo sigue sin cerrarse porque aún quedan puntos pendientes en las áreas más sensibles para nuestro país (las llamadas líneas rojas), ello es resultado exclusivo de la posición, gestión y estrategia negociadoras heredadas del gobierno anterior al que tanto criticaron.