Un mercado difícil de interpretar
Jaime Iglesis Director Ejecutivo PatagonLand Investment
Está comprobado. Los chilenos nos comportamos de manera muy extraña ante los éxitos y las derrotas. Cuando los mercados andan mal, somos extremadamente pesimistas. Y a la hora de celebrar éxitos, pues también nos cuesta, somos más humildes, apocados. Mucho de esto lo estamos viendo hoy.
Nos enfrentamos a un escenario macroeconómico complejo: el escuálido crecimiento de América Latina, con un Brasil en recesión, la apreciación mundial del dólar, un posible aumento de tasas de interés en EEUU y un Chile en que la confianza de los consumidores ha disminuido sistemáticamente por los últimos 14 meses. El ministro de Hacienda ha vuelto a recortar la proyección de crecimiento para el 2015 a un 2,5%; el precio del cobre bordea los US$ 2,3 la libra, el nivel más bajo registrado en los últimos 6 años y nos encontramos con que el nivel de aprobación de la Presidenta y su gobierno está por los suelos.
Pero fuera de este contexto, la industria inmobiliaria muestra indicadores que van contra la corriente de la estadística y la sensación ambiente que se vive a nivel político y económico en Chile. Lo que la industria a está viendo es un aumento en la oferta de viviendas, un aumento en las ventas y un aumento en los precios.
La pregunta es ¿por qué?
¿Cómo puede ser que a pesar del pesimismo reinante las ventas de departamentos hayan crecido más de un 21% en el último año y el precio, en igual período, un 9%? Otro dato importante es lo que ocurre con el perfil de los compradores. Los inversionistas han comenzado a tener más preponderancia, estando dispuestos a adquirir propiedades en blanco y en verde. Es decir, antes estar terminados.
La situación es más que peculiar. Uno debería esperar que al existir indicadores de crecimiento y confianza bajos el mercado de la vivienda también se desacelerara y siguiera el ritmo del resto de las actividades económicas.
Mucho de este crecimiento y aumento de precios se atribuye al efecto que tendrá la reforma tributaria producto del IVA que se le aplicará a las viviendas nuevas, por lo que muchos compradores e inversionistas estarían anticipando la compra y salir beneficiados con el aumento de precios que se experimentará.
Esto nos lleva a pensar hasta qué punto es sostenible esta alta demanda si la confianza y las expectativas para el próximo año no muestran señales de recuperación. Un ejemplo más de que debemos estar atentos. Como buenos chilenos reaccionamos de manera exagerada a todo tipo de eventos, lo que hace muy difícil interpretar las fuerzas del mercado.