Ley de Riego 2.0: un nuevo impulso para la agricultura
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Enfrentar con medidas concretas y eficaces el escenario de escasez hídrica que está afectando a agricultores y regantes del país, fue uno de los principales desafíos que como Ministerio de Agricultura tomamos al iniciar el gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Con un diagnóstico claro y conscientes de que había un retraso en infraestructura hídrica de más de 50 años, elevamos el presupuesto que administra la Comisión Nacional de Riego (CNR) a través de la Ley Nº 18.450 de Fomento al Riego y Drenaje, pasando de $29.000 millones en 2009 a $41.000 millones en 2013. A ello debemos sumar el apoyo que entrega el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) y de los Gobiernos Regionales que han aportado recursos para lanzar concursos especiales que permitan aumentar la infraestructura de riego de Chile, lo que nos ha permitido tecnificar alrededor de 80.000 hectáreas de riego y alcanzar cerca de 800 kilómetros en canales revestidos, cifra equivalente a la distancia entre Santiago y Copiapó.
No satisfechos con esto, consideramos fundamental dar un impulso a las Organizaciones de Usuarios de Agua -Asociaciones de Canalistas, Juntas de Vigilancia y Comunidades de Aguas- para que puedan ejecutar y construir de manera más rápida y oportuna las obras que se traducirán en una mejor calidad de vida de sus integrantes. Es así como ingresamos al Congreso un proyecto que modifica la Ley
Nº 18.450, con el fin de aumentar la inversión privada en obras de riego o drenaje, comprendidas en proyectos integrales y de uso multipropósito, cuyo costo supere las 30.000 UF. De esta manera, fomentamos la asociatividad en el mundo agrícola y beneficiamos obras que permitan realizar un traslado eficiente del agua, como por ejemplo, el revestimiento de grandes canales o sistemas de infiltración de aguas subterráneas que se comportan como verdaderos embalses, pero que requieren menores tiempos de ejecución y contemplan costos más reducidos.
Hoy, gracias al apoyo transversal de los parlamentarios, y tras la firma del Presidente Piñera y su posterior publicación en el Diario Oficial, podemos decir con orgullo que hemos ampliado el techo para que las organizaciones de usuarios puedan postular proyectos que consideren una inversión público privada de hasta 250.000 UF, y así construir de una vez obras que antes demoraban décadas. En líneas generales, estamos incentivando obras multipropósito, aumentando la superficie de riego tecnificado y permitiendo, a la vez, asegurar el abastecimiento de agua para la población, la generación de energía hidroeléctrica y estimulando el turismo. Así estamos haciéndonos cargo del enorme déficit en infraestructura de riego que tiene el país, apoyando obras de mediana envergadura que serán clave para abordar el cambio climático y nuevas temporadas que esperamos nos brinden el vital elemento.
Estamos seguros de que este tipo de iniciativas dan una clara cuenta de la importancia que nuestro gobierno le ha asignado al uso eficiente del agua, con una mirada transversal que incluye a todos los sectores productivos que utilizan este recurso, es decir, agricultura, minería, sanitarias, energía, etcétera. Por eso, se están focalizando los esfuerzos para resolver brechas que permitan promover la asociatividad en el mundo agrícola, fortalecer la participación público-privada e incentivar la eficiencia hídrica mediante la construcción de infraestructura multipropósito. De hecho, esta ley, calificada por el Presidente Piñera como un hito para la agricultura nacional, viene a complementar otras medidas adoptadas durante la actual administración, como el plan de 16 nuevos embalses a 2020, la implementación de un programa de estimulación de precipitaciones más conocido como “siembra de nubes”, un plan de Infiltración y la incorporación de nuevos concursos que fomentan la incorporación de energías renovables no convencionales (ERNC), el uso de telemetría y la calidad de aguas.
Como lo hemos hecho desde el comienzo de nuestra administración y con una visión de futuro, seguiremos trabajando en beneficio de nuestros regantes para que el sector agrícola de Chile siga desarrollándose, cada vez con más fuerza.