Hay veces en las que una sede corporativa se convierte en el símbolo de una empresa, pero en algunas ocasiones lo acaba siendo también de toda una nación. Ese es el caso de las Torres Petronas, la sede de la compañía petrolera estatal de Malasia y el gran icono de este país y de su capital, Kuala Lumpur.
La idea, que se comenzó a gestar en 1992, era construir un espacio que “captara las ambiciones y aspiraciones de Malasia. Una expresión moderna de la cultura, la historia y el crecimiento económico del país que mezclara el arte local y la innovación”, aseguraron desde el gobierno malayo. Algunas de las oficinas de arquitectura más importantes del mundo fueron invitadas al concurso, siendo finalmente elegido el diseño del argentino César Pelli, que se inspiró “en la cultura islámica, así como en el clima, la luz y el arte de Malasia” para crear su trabajo más famoso. El lugar elegido para levantar el complejo fueron los antiguos terrenos de un club de campo situado en el centro de Kuala Lumpur.
La construcción
Las excavadoras empezaron a trabajar en marzo de 1993: se hizo un enorme agujero de 30 metros bajo la superficie donde se pusieron los cimientos de las torres, una tarea para la que se utilizaron 13.200 metros cúbicos de hormigón.
La construcción en vertical se inició un año después, tras numerosas simulaciones que garantizaron que las estructuras aguantarían el viento y las cargas de los edificios. El diseño exterior elegido para las torres se inspiró en la cestería tradicional de Malasia, mientras que la forma de las plantas se basó en la cultura islámica: dos cuadrados superpuestos que forman una estrella de ocho puntas, cada una de ellas unidas por un semicírculo.
Dos consorcios de Japón y de Corea del Sur se encargaron de levantar cada una de las torres (2.000 personas trabajaron en turnos de 12 horas). Al principio, no se pensó en que fueran las más altas del mundo, una decisión sobre la marcha del gobierno malayo que modificó algunos aspectos del diseño original. En 1996 ya se habían levantado todos los pisos y se habían recubierto las fachadas, formadas por
83.500 m2 de acero inoxidable y 77.000 m2 de vidrio (permiten el filtrado de la luz, reflejan los rayos de sol en el edificio, reducen el ruido exterior y minimizan la entrada de calor, con el consiguiente ahorro de aire acondicionado).
El siguiente paso fue coronar las torres con los pináculos de 73 metros de altura que se situaron en la parte superior. El personal de Petronas comenzó a llegar al edificio en 1997, el edificio alcanzó su altura actual en 1998 y se inauguró en 1999. El resultado habla por sí solo: 452 metros de altura, 88 plantas (sin contar las que conforman la base), casi 300.000 toneladas de peso por torre, 994.000 metros cuadrados construidos y un costo de más de US$ 1.300 millones. Las Torres Petronas ostentaron desde 1998 y 2004 el título de edificio más alto del mundo, hasta que fueron superadas por el Taipei 101, con 509 metros.
Una de las estructuras que merece una mención especial es el Skybridge, una pasarela de doble piso situada a 170 metros de altura (en las plantas 41 y 42) que une, a través de sus 58,4 metros de longitud, las dos torres y funciona como salida de emergencia en el caso de que una de las construcciones sufriese un ataque o accidente. Este puente forma junto a los dos rascacielos una especie de M -en referencia a Malasia- y constituye la pasarela de dos pisos más alta del mundo, con unas impresionantes vistas de Kuala Lumpur. Pese a ello, no es el punto más alto al que pueden acceder los visitantes, ya que hay un observatorio en el piso 86.
Dos edificios de oficinas
Más allá de que sean visitadas cada día por miles de turistas, las Torres Petronas son en realidad un gran centro empresarial y de oficinas. La Torre 1 está totalmente ocupada por la petrolera Petronas y sus empresas asociadas y subsidiarias, mientras que la Torre 2 se alquila a otras compañías como Huawei, Al Jazeera, Bloomberg, Boeing, IBM, McKinsey & Co, Microsoft y Reuters, entre otras.
Cada torre cuenta con 29 ascensores de doble cabina, seis montacargas y cuatro ascensores para ejecutivos. Mientras que los ascensores normales tienen una capacidad para 52 personas en total (26 en cada una de sus alturas), los que utilizan los directivos de las empresas situadas en el edificio se reducen a 10 ocupantes, aunque son capaces de subir desde el nivel subterráneo a la cima de las torres en 90 segundos. En cuanto al espacio destinado al aparcamiento, cuenta con 5.400 plazas distribuidas en cinco niveles bajo tierra.
Además, tanto los trabajadores como los visitantes pueden disfrutar de los servicios que ofrece el centro comercial Suria, en la base de las torres, donde se ubican tiendas exclusivas de ropa, cosmética y tecnología. Con 140.000 metros cuadrados divididos en seis plantas (es uno de los centros comerciales más grandes del país), este espacio incluye también una galería de arte, un auditorio de música con capacidad para 850 personas que alberga a la Dewan Filharmonik Orchestra, un acuario y un centro científico.
Hace un año, finalizó la construcción de Petronas 3, un tercer rascacielos que también se encargó a César Pelli. El edificio, con 60 plantas y una superficie de 141.000 m2, ha supuesto una ampliación del complejo original, añadiendo tanto espacio de oficinas (53 pisos) como zonas comerciales. El símbolo de Malasia, y la sede de Petronas, se resiste así a pasar de moda.
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