La clase media es la carta del gobierno para mantener el crecimiento del país. Luego que este grupo se duplicara en la última década, al pasar de 6,7 millones de personas en 2002 a 12,5 millones en 2011, su impulso a través del consumo ha sido fundamental para mantener el ritmo económico de años recientes.
Este grupo social, caracterizado por vivir en zonas urbanas, tener empleos formales en empresas privadas y un nivel superior de estudios, ha sido el de mayor crecimiento en los últimos 10 años, hasta lograr representar la tercera parte del país (26,5%).
El resultado se debe a que el gobierno logró una disminución del número de pobres, de 4,4 millones en este período. Incluso, en lo corrido de la administración de Juan Manuel Santos la reducción ha sido de 2,4 millones. Sin embargo, quienes superan este flagelo no llegan a engrosar directamente las filas de la clase media. Entre estos dos grupos están los vulnerables, definidos por el Banco Mundial (BM) como los hogares que tienen una probabilidad alta de vivir episodios de pobreza en el futuro.
La diferencia primordial entre la clase media y este grupo, que es el 36,8% de los colombianos, es que la primera goza de seguridad económica, al punto de que su riesgo de caer en la pobreza es de solo 10%, gracias a sus ingresos, los cuales deben estar entre 2,3 millones de pesos mensuales (unos US$ 1.200) y 11,5 millones de pesos (unos
US$ 6.000) para todo el hogar, que en promedio está compuesto de tres personas para esta población.
Este ascenso en la última década fue jalonado principalmente por el buen comportamiento de la economía, como consecuencia del aumento del precio de los commodities. Según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se debe también a una mayor transferencia fiscal, que se verá recompensada ahora que no hay tantos vientos favorables en el ámbito internacional y que el crecimiento “dependa crucialmente de la expansión del mercado interno”.
Y es que el consumo de los hogares, que pesa 65% en la demanda agregada, creció cuatro veces entre 2000 y 2012. Julian Messina, economista senior del BM y uno de los autores del informe del organismo sobre el tema, señaló que debido a la expansión de la clase media se evidencia un mayor poder de compra. “En principio estas personas empiezan a demandar nuevos servicios e intentan emular lo que los ricos han hecho, por lo que buscan servicios privados y se autoexcluyen de los bienes públicos”, explica.
La directora de la Encuesta Longitudinal (Elca) de la Universidad de Los Andes, Ximena Cadena, añade que uno de los ítems más representativos de esta población es que ahora tienen más acceso a servicios financieros y, en muchos casos, a través del endeudamiento, acceden a bienes durables.
Pese a este favorable panorama, hay riesgos para la sostenibilidad de esta clase media en ascenso. Se trata de la informalidad, el desempleo y los problemas educativos del país. Por ejemplo, un alumno colombiano está rezagado cerca de dos años en comprensión de lectura, matemáticas y ciencia en comparación con los de países de la OCDE.
Las cifras de los trabajadores por país
Un informe entregado por el Banco Mundial (BM) señaló que entre los países de la Alianza del Pacífico y Brasil, la clase media de Chile es la que más dinero gana al día. De hecho, los chilenos reciben el doble que los trabajadores colombianos, US$ 33,2 versus US$ 17,1.
Este segmento de la población creció 50% en América Latina durante la última década, y en la actualidad representa el 30% de la población, lo cual ha generado que el número de personas pobres se reduzca en 70 millones de personas.
El aumento de la clase media se ha producido por el crecimiento que ha tenido la región, reflejado en el Producto Interno Bruto (PIB), de cada país y a la generación de empleo. Sin embargo, este último aspecto es uno de los factores que hay que revisar detenidamente, ya que el desempleo ha disminuido, en algunos casos, pero gracias al aumento de la informalidad.
Con lo anterior está de acuerdo César Caballero, director de Cifras y Conceptos, quien asegura que lo realmente importante no es que la clase media crezca rápidamente, si no que lo haga de manera sostenida.
Para que una familia de cuatro personas en Latinoamérica sea catalogada de clase media, sus ingresos anuales deben oscilar entre US$ 14.600 y US$ 73.000. Y si bien las familias no tienen las mismas similitudes en todos los países, comparten rasgos como el hecho que los jefes de hogar tienen más años de escolaridad que los de clases pobres o vulnerables, y además, tienen trabajos estables.
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