El fotógrafo
@fotografoencampana es la cuenta de Instagram de Fernando Ramírez (40). La sombra de Gabriel Boric a cargo de registrar su campaña y generar un relato visual que forma parte de un discurso político y ciudadano.
Ramírez comenzó su carrera de fotoperiodista en Nueva Zelanda, narrando historias sociales. De vuelta en Chile se ha dedicado a retratar distintos mundos: trabaja como fotógrafo de matrimonios (fernandoramirezfoto.cl), de prensa, y además tiene un proyecto visual dedicado a la danza @project_0g. Ha colaborado con medios como Ciper y The Clinic.
En lo político lleva más de diez años fotografiando campañas electorales de Revolución Democrática, partido donde milita. Desde la emblemática “Marcha de los Paraguas”, en 2011, su cámara ha registrado distintos momentos del Movimiento estudiantil y del Frente Amplio, incluida la campaña presidencial de Beatriz Sánchez.
Estos meses se convirtió en el “fotógrafo del presidente electo Boris”, como dice su bio de Twitter @fotoencampana.
Ahí publica imágenes y las acompaña de textos: “Veo esta foto y pienso que esta es la primera generación en mucho tiempo que va a gobernar a sus padres. Y siento que va a ser con tanto cariño...” Se refiere al momento en que un hombre emocionado abraza al presidente electo llegando a La Moneda.
El estilo de Ramírez, cargado de humor y cercanía, hace pensar que podría convertirse en el Pete Souza chileno: Souza fue el fotógrafo de Barack Obama durante sus campañas y gobiernos y autor de libros como Obama: An intimate portrait.
“Lo que más disfruté fue ver a Gabriel pasar de tener que pedir firmas con mucha dificultad a convertirse en un protagonista de eventos masivos en todo Chile. Después de la primera vuelta, no podíamos sacarlo de los eventos por toda la gente que se le tiraba encima para saludarlo y sacarse selfies".
"Lo que menos disfruté fue no estar con mi hija Esperanza (6 años) y con mi compañera Alejandra. Las campañas significan estar lejos de casa”, comenta Ramírez.
Las manos detrás del teclado
Se trata de un batallón digital con diversos trabajadores y voluntarios. Uno de los coordinadores de esta área es el antropólogo social Claudio Villegas. Es experto en big data y fue uno de los cerebros para expandir la campaña de Boric por internet.
Otro nombre clave es Catalina Muñoz, publicista de 35 años y una de las principales community manager de su campaña. Ella tiene un trato directo con las plataformas del presidente electo, pero también otros miembros del equipo -incluido el propio Boric- manejan la cuenta. Este miércoles, de hecho, el presidente electo recomendó en Instagram una carta del diputado Diego Ibáñez, y escribió: “PD: La leí yo porsiaca, no un CM (sic)”.
También está Josefa Araos (@cotineja) influencer y autora de la saga de libros Lulú (Penguin Random House) que ha colaborado en la campaña digital de Boric con clips informativos sobre distintas materias.
Sin embargo, desde el comando rescatan que hay muchas iniciativas digitales que nacen “orgánicamente” y que no están diseñadas por el equipo. De hecho, durante la campaña, en el sitio gabrielboric.cl armaron un kit con material descargable para que los adherentes crearan sus propias piezas de propaganda, como los recortables para coronar el árbol navideño o el tutorial para desteñir poleras que publicó el actor Pedro Pascal en su cuenta de Instagram.
La Moneda chica y hermandad
Sus hermanos fueron piezas importantes en la última etapa de campaña. Tomás, el menor de los Boric Font, tomó protagonismo en el programa Las caras de la moneda conducido por Mario Kreutzberger, donde tuvo una emotiva participación recordando el apoyo de Gabriel cuando estuvo enfermo. También fue de los primeros en abrazar a su hermano electo cuando este llegó al acto en la Alameda.
Y Simón, jefe de prensa de la Universidad de Chile, se ha transformado en vocero informal de la familia. Fue de los primeros en hablar con la prensa cuando el conteo de votos ya evidenciaba un triunfo irreversible de su hermano.
El periodista magallánico egresó de la Universidad de Chile y en 2011 estudió en el McDonough School of Business de Georgetown University. Desempeñó funciones para medios como El Mostrador y Radio Bío-Bío, fue asesor de Comunicaciones en Enseña Chile y desde 2014 trabaja en la Universidad de Chile, siendo muy cercano al Rector Ennio Vivaldi.
Precisamente esta casa de estudios facilitó una sede en la esquina de las calles Obispo Salas con Condell para que el equipo del presidente electo se instale hasta marzo.
La casona patrimonial donde funciona el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile se convirtió transitoriamente en “La Moneda chica”, ya que reúne mejores condiciones de seguridad e infraestructura que el espacio de cowork que hasta el miércoles ocupaban en Avenida Italia.
Los regalos y los niños
La imagen, publicada en la tarde del miércoles, se viralizó: mostraba una selfie entre Gabriel Boric y Benjamín, un niño que lo fue a visitar a su comando, ubicado en Providencia, donde hablaron de temas como la propuesta para aumentar el sueldo mínimo.
O Matilde, una niña de Rancagua que esperó horas para conocer al presidente electo con tal de pedirle unos “pequeños favores y desearle suerte porque gobernar Chile debe ser muy difícil”. La petición era acortar la jornada laboral para poder pasar más tiempo con su madre, asistente social que según su hija “trabaja, trabaja, trabaja”. “Hay quienes pensarán que esto es arreglado. Les prometo que no”, tuiteó el magallánico junto con un link de la nota en TVN.
Durante esta semana fue común ver afuera del comando de Gabriel Boric a menores con regalos. Generalmente son dibujos y manualidades. Luego, el equipo los junta y graban un video donde el presidente electo “reacciona”. Los clips se publican en su Instagram, donde tiene más de 1 millón de seguidores.
Brownie, el Primer Perro
El 19 de diciembre, antes de salir a votar, Gabriel Boric Font se bajó de un auto para despedirse de su perro. El momento fue grabado por cámaras de televisión y se viralizó en redes sociales.
Una vez electo, la familia Boric Font abrió una cuenta de Instagram. @brownie_presidencial fue el usuario elegido y el post de inauguración rezaba: “Asumo el desafío del cargo que se me ha encomendado por elección popular, el Primer Perro”.
En 24 horas lograron más de 160 mil seguidores y se convirtió en un fenómeno mediático. Ya se ofrecen poleras y posters de Brownie que se venden por Instagram y un conjunto de organizaciones animalistas compartieron y aplaudieron a la celebridad perruna.
Ante la ilusión de tener una mascota deambulando por La Moneda a partir del 11 de marzo, Luis Boric Scarpa, padre de Gabriel, aclaró vía Twitter que posiblemente el can seguirá viviendo en Punta Arenas: “Brownie es feliz en su casa y le encanta pasear frente al Estrecho. Incluso se baña en él”.
Además, una alusión a Bulu, el gato de Irina Karamanos, también despertó la simpatía por parte de los amantes de los mininos y la cuenta @gatitesporboric se ha encargado de publicar información suya en las redes sociales.
Al cierre de esta edición la cuenta de Brownie acumula 300k y solo sigue a cinco cuentas: los hermanos Gabriel, Simón y Tomás Boric, y @dylanferdezok, el perro del mandatario argentino Alberto Fernández, y al actor estadounidense Tom Hardy. Con Dylan incluso realizó una videollamada el jueves que rompió las redes sociales.
El batatazo en Tik Tok
Después de la primera vuelta presidencial el comando de Gabriel Boric mantuvo su posición: no sumarse a los tradicionales bailes y “challenges” de la red social china, a diferencia de su contrincante José Antonio Kast. Esa decisión la tomó el comando liderado por su publicista Catalina Muñoz. Y eso, por lo menos en seguidores, los afectó. Pero solo temporalmente.
Dos días antes de la segunda vuelta presidencial la cuenta oficial de Gabriel Boric tenía 240 mil seguidores, muy por detrás de los 470k de José Antonio Kast. Pero ya no. El presidente electo superó los 450 mil y está publicando dos videos a la semana, aproximadamente.
El contenido de esta red social es manejado por diversos voluntarios y su equipo de comunicaciones.
Es en la red social china donde se concentran los principales temas “pop” de su estrategia comunicacional: muestra los regalos de sus seguidores como cartas de animé con personajes como Koya de The Magnificent Kotobuki y una torta con su retrato versión animada, postea apoyos de personajes famosos y le hace guiños a la generación Z.
K-pop y swifties
Al día siguiente de la segunda vuelta presidencial comenzó a circular un video en Twitter donde Gabriel Boric, al ser consultado si era fan de Taylor Swift, sacó de su bolsillo una foto de la cantante estadounidense. El clip se viralizó en Chile y el mundo.
Luego, The Independent y Los Angeles Times publicaron extensos reportajes donde analizaron la conexión entre Gabriel Boric y Taylor Swift, lo que gatilló que diversos clubes de fans alzaran el lema: “Swifties x Boric”.
Según él mismo ha dicho y aunque su gusto musical está más cagado hacia bandas de rock como Tool o NIN, disfruta de las canciones de la estrella estadounidense, en especial de su álbum Red (2012). Por lo mismo el fanclub de la cantante le hizo llegar este disco de regalo al comando.
Un fenómeno similar se ha dado con el K-pop. De hecho, esta semana el candidato electo apareció en portadas de medios de Corea del Sur tras posar con una photocard (tarjeta de fotos coleccionables) de Jeongyeon, integrante del famoso grupo femenino Twice.
Sin embargo, no es la primera vez que tiene un vínculo con el género de pop coreano. De hecho, según una fuente del comando de Apruebo Dignidad, ARMY Chile, el grupo de fans de la banda BTS, fue un bastión importante para llegar a jóvenes.
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