Distancia de los sindicatos
Por: | Publicado: Viernes 10 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
- T+
- T-
En cierta medida, las declaraciones recientes de Fernández han sido vistas como una respuesta a sus relaciones cada vez más complicadas con Hugo Moyano, el líder de la Confederación General de Trabajadores (CGT, la confederación de sindicatos). Bajo Moyano, la CGT ha sido un aliado estrecho del gobierno, pero en los últimos meses el dirigente sindical ha intentado hacer uso de este poder para negociar un papel político mayor y ha estado presionando por lugares en la lista electoral del gobierno en octubre.
Sin embargo, Moyano es una figura polémica cuya retórica radical y disposición a recurrir a huelgas frecuentes para lograr sus objetivos ha creado una imagen muy negativa en las encuestas de opinión y su búsqueda de una mayor influencia en el gobierno está socavando el apoyo de la clase media, que Fernández tendrá que ganar en octubre. Las solicitudes de Fernández de que Moyano y otros líderes sindicales moderen su diálogo han sido respondidas con protestas en industrias como petróleo, transporte y banca.
Visto en este contexto, la sugerencia de Fernández en cuanto a que podría no presentarse a la reelección puede tomarse como un intento de imponer el orden en sus seguidores, incluidos los sindicatos, que enfrentarían a un período políticamente mucho más duro si un candidato de la oposición gana la presidencia. En un discurso reciente, sugirió que los sindicatos la ayudan no apoyando a su apuesta electoral (Moyano le había pedido que compitiera por la reelección en una manifestación masiva el 29 de abril), sino manteniendo bajo control las protestas disruptivas. Unos días más tarde, en un discurso que tomó una línea mucho más dura que antes contra los sindicatos, los acusó de actuar sobre la base de intereses propios, en lugar de los intereses de la sociedad, afirmó que no aceptaría extorsiones y advirtió que podría decidir no presentarse a la reelección.
Sin embargo, Moyano es una figura polémica cuya retórica radical y disposición a recurrir a huelgas frecuentes para lograr sus objetivos ha creado una imagen muy negativa en las encuestas de opinión y su búsqueda de una mayor influencia en el gobierno está socavando el apoyo de la clase media, que Fernández tendrá que ganar en octubre. Las solicitudes de Fernández de que Moyano y otros líderes sindicales moderen su diálogo han sido respondidas con protestas en industrias como petróleo, transporte y banca.
Visto en este contexto, la sugerencia de Fernández en cuanto a que podría no presentarse a la reelección puede tomarse como un intento de imponer el orden en sus seguidores, incluidos los sindicatos, que enfrentarían a un período políticamente mucho más duro si un candidato de la oposición gana la presidencia. En un discurso reciente, sugirió que los sindicatos la ayudan no apoyando a su apuesta electoral (Moyano le había pedido que compitiera por la reelección en una manifestación masiva el 29 de abril), sino manteniendo bajo control las protestas disruptivas. Unos días más tarde, en un discurso que tomó una línea mucho más dura que antes contra los sindicatos, los acusó de actuar sobre la base de intereses propios, en lugar de los intereses de la sociedad, afirmó que no aceptaría extorsiones y advirtió que podría decidir no presentarse a la reelección.