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El envidioso, hijo de un dios menor (y II parte)

Es importante, prestar atención con esmero al curso de los pensamientos, porque la envidia es una planta que se expande en la medida en que uno tiende a replegarse en sí mismo y a reflexionar y murmurar con maldad sobre los demás.

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 3 de mayo de 2013 a las 05:00 hrs.

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