Columnistas

El necesario ajuste de la economía

LUIS FELIPE LAGOS M. Economista, consultor

Por: LUIS FELIPE LAGOS M. | Publicado: Miércoles 20 de abril de 2022 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

LUIS FELIPE LAGOS M.

A primera vista, pareciera ser que uno de los problemas del país es la desaceleración de la actividad que observamos actualmente. No es así. Los desafíos son la inflación y el bajo crecimiento de mediano plazo.

La economía creció 11,7% en 2021 y el consumo 18,2%. El cuarto trimestre de 2021 el PIB superó en 7% el nivel del tercer trimestre de 2019, previo al estallido y la pandemia; incluso es superior al producto que hubiéramos tenido si se hubiera mantenido la tendencia previa de crecimiento, es decir, sin la caída de 2020.

“Diseñar un plan de reactivación o legislar un quinto retiro para impulsar el consumo es un disparate en una economía sobrecalentada. Distinto es un plan de apoyo -muy focalizado- para los que se quedaron atrás en la recuperación”.

La economía está claramente sobrecalentada, basta mirar dos indicadores claves para este diagnóstico: la inflación, que recordemos es un impuesto -no legislado- que golpea a los más necesitados, alcanza un 9,4% anual; y el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos llegó a un 6,6% del PIB en 2021, pero escalando a un 9,3% el cuarto trimestre, lo que amenaza la estabilidad financiera frente a un shock externo. Ambos indicadores reflejan un crecimiento muy acelerado de la demanda que presiona los precios, y en el caso del déficit, una demanda interna mayor que el ingreso nacional.

En este escenario, se requiere un ajuste de política monetaria, aumentos en la tasa de política, y una contracción del gasto fiscal para retirar el impulso de 2021 (-24,6% según presupuesto 2022); lo que permite reducir el crecimiento del PIB a niveles coherentes con la capacidad para crecer en el mediano plazo de la economía. En estas condiciones, diseñar un plan de reactivación o legislar un quinto retiro de ahorros previsionales para impulsar el consumo, es ir en el sentido contrario, es un disparate en una economía sobrecalentada. Distinto es el caso de un plan de apoyo -muy focalizado- para los que se quedaron atrás en la recuperación, que no incrementa el déficit fiscal, al financiarse con reasignación de gasto.

Por cierto, el proceso de ajuste puede llevar a una desaceleración excesiva y terminar en una recesión. Esto, por cuanto es difícil calibrar los instrumentos con precisión exacta. Lo preocupante es que una vez completado el ajuste, la economía podrá crecer a lo que permite su capacidad (crecimiento tendencial), la cual se ha venido deteriorando por la caída de la inversión que evidenciamos en el proceso de ajuste. La proyección del Banco Central para la formación bruta de capital es de -3,8% y -0,2 para 2022 y 2023, respectivamente, como resultado de la mayor incertidumbre.

La incertidumbre que paraliza la inversión responde a causas externas como la invasión rusa y la posible recesión en Estados Unidos en su intento por controlar la inflación más elevada en 40 años. Pero principalmente se debe a condiciones locales, como el proceso constituyente que en sus propuestas ha debilitado el derecho de propiedad, los contrapesos (al eliminar el Senado) y la independencia de la justicia. En pocas palabras, estas propuestas debilitan la democracia y las libertades individuales. De aprobarse una Constitución con estas características, la caída de la inversión y productividad será más intensa, y el crecimiento tendencial estaría en torno a 1,5%, esto es, una economía estancada en términos per cápita.

Las reformas que plantea el gobierno también generan incertidumbre. Junto al plan de apoyo, el gobierno debiera impulsar el crecimiento de mediano plazo. Desde ya, en el plano tributario, con una reforma que no solo se preocupe de recaudar más, sino que de reducir distorsiones que limitan la inversión y crecimiento.

Lo más leído