“El Reino Unido está abandonando la Unión Europea. Es un momento histórico del cual no habrá vuelta atrás”, señaló ayer la primera ministra británica, Theresa May, minutos después de que el representante permanente ante el bloque, Tim Barrow, entregara a las autoridades europeas la carta de notificación para la salida del país.
La misiva de seis páginas incluyó los principales puntos de las negociaciones. Éstos no fueron una sorpresa: el documento firmado por May delinea las mismas prioridades señaladas por ella en el discurso de enero. Apunta que el país intentará negociar un nuevo acuerdo comercial en paralelo con los términos de su salida, subraya el respeto a los derechos de residentes tanto europeos como británicos y un rápido acuerdo transitorio para el beneficio empresarial.
“Ya estamos extrañándolos”, reaccionó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras recibir la carta. “Gracias y adiós”, agregó.
Respuesta dura
Mientras que oficialmente los políticos europeos adoptaron un tono conciliador, un borrador de la resolución del Parlamento Europeo en respuesta al Brexit, filtrado a The Guardian, sugiere que asumirá un enfoque más duro en la negociación.
Un documento de once páginas señala que no habrá conversaciones sobre un nuevo tratado comercial antes de terminar con el acuerdo de salida. Es más, dice que la nación no podrá negociar relaciones comerciales con ningún país del mundo antes del Brexit.
Además, asegura que no habrá un acuerdo especial para la City y fija un plazo límite para el funcionamiento del acuerdo transitorio –en el que May insiste para suavizar el impacto para el sector empresarial– de tres años desde el abandono del bloque.
Sin embargo, los europeos, al parecer, no pierden la esperanza de que el país se arrepienta: uno de los párrafos asegura que el proceso del Brexit puede ser revertido “en condiciones acordadas por los 27 miembros” de manera que “no se puedan usar para mejorar las condiciones de su membresía actual”.
La resolución, que fue preparada en cooperación estrecha con Michel Barnier, principal negociador europeo, será votada el miércoles. Aunque el documento no tiene fuerza legal, el parlamento podrá bloquear cualquier acuerdo que se logre en marzo de 2019, así que el Consejo Europeo tendrán en cuenta la posición de los legisladores.
Empresas en alerta
Mientras que el Ejecutivo reiteró ayer la posibilidad de que el país salga del bloque sin un acuerdo, los sectores empresariales insistieron en que ésta no es una opción aceptable.
Las aerolíneas, automotrices y bancos expresaron su preocupación por el futuro incierto.
La aerolínea de descuentos Ryanair advirtió que los temas aéreos tienen que ser prioridad para las negociaciones. “Hay una posibilidad real de que pueda no haber vuelos entre el Reino Unido y Europa por un período después de marzo de 2019”, dijo ayer el jefe de marketing de la empresa, Kenny Jacobs.
Las aerolíneas de bajo costo británicas serían las más afectadas por el Brexit, ya que gran parte de sus rutas son entre países europeos y no solo hacia y desde el Reino Unido. EasyJet señaló ayer que está cerca de obtener una licencia para establecer una unidad operativa en Europa.
Actualmente, las empresas británicas pueden volar sin limitaciones gracias al mercado único aéreo creado en los años ‘90. Luego del Brexit, perderán esa posibilidad y –en caso de no lograr un acuerdo– no tendrán una normativa en que basarse, ya que la Organización Mundial de Comercio no regula el espacio aéreo.
“Tómennos en cuenta”
Otro sector que mostró su preocupación fue la industria automotriz. BMW –que opera fábricas de Mini y Rolls-Royce en el Reino Unido– dijo que la nación tiene que tomar en cuenta las preocupaciones de las empresas internacionales en las negociaciones por el Brexit.
“Cualquier acuerdo tiene que asegurar el comercio libre de impuestos con la Unión Aduanera, no solo con los 27 miembros de la UE, manteniendo acceso hacia los mejores talentos y recursos”, dijo, a su vez, el presidente europeo de Ford, Jim Farley. “Es crucial que haya un periodo de transición para asegurar que los consumidores no sean castigados y para mantener el comercio libre”, agregó.
La banca sufriendo
Mientras tanto, ante el incierto futuro de la City, el sector más afectado sería la banca.
Auque Londres sigue ocupando el primer lugar entre los principales destinos financieros del mundo, según el índice de Z/Yen publicado el lunes, “el Brexit es la mayor fuente de preocupación para todos los centros financieros, no solo para Londres”.
Los bancos están preparando sus planes de contingencia. Varias instituciones –o fuentes cercanas a estas-, entre ellos HSBC, Barclays, UBS, Lloyds, Morgan Stanley, Citigroup y JP Morgan, ya señalaron que van a instalar sedes europeas o trasladar su personal a otras oficinas.
Al mismo tiempo, la industria está tratando de calmar las tensiones.
“Todo este trabajo (de planificación) nos hizo concluir que aunque el Brexit puede llevar algunos cambios, en muchos sentidos seguiremos operando tal como hoy”, dijo Richard Gnodde, CEO de la división europea de Goldman Sachs, enviando una señal de confianza a sus empleados.
Para evitar quedar “en tierra de nadie”, los expertos regulatorios y bancarios que trabajan en la City junto con el grupo de cabildeo TheCityUK están preparando propuestas para un sistema de “reconocimiento mutuo”, bajo el cual el Reino Unido y la UE aceptarán a las compañías que trabajan en ambos mercados financieros.
Principales puntos de tensión
Acuerdo de divorcio versus tratado comercial
El Reino Unido insiste en que ambos puntos deben negociarse en paralelo, mientras que la UE quiere primero establecer los términos de salida.
Derechos de los residentes
El Reino Unido dijo que asegurará los derechos de los residentes europeos en la misma medida que lo haga la UE para los residentes británicos.
Acuerdo transitorio
La UE insiste en que habrá un acuerdo de transición solo si se acepta el libre tránsito de personas y la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia.
"Boleta" por la salida
La UE insiste que el país tiene que pagar su deuda con la UE antes de retirarse, una cifra que podría llegar a los US$ 64 mil millones.
Bolsa de Londres sube por debilidad de la libra en jornada de volatilidad
Los mercados ayer respondieron al inicio del Brexit con mayor volatilidad. La libra –que ha perdido 25 centavos respecto al dólar desde el referendo de junio– se depreció a su menor nivel en ocho días a
US$ 1,238 al comienzo de la jornada, aunque más tarde recuperó parte del terreno perdido.
"En gran parte el avance obedece a la reducción de un elemento de incertidumbre y el tono conciliador de la carta de Theresa May", señaló Alexandra Russell-Oliver, analista de divisas de Caxton FX.
Hacia el final de la tarde la divisa mantenía un retroceso de 0,1% en US$ 1,2438.
Mientras tanto, el índice FTSE 100, inició las operaciones hundiéndose 7,5%, aunque al final cerró con un avance de 0,4%, impulsado principalmente por la debilidad de la libra.
"Desde el voto por el Brexit, el FTSE 100 se ha comportado espectacularmente, con los precios de las acciones de las multinacionales británicas beneficiándose de una libra más débil y de la tendencia común al alza en los mercados globales desde las elecciones en EEUU", dijo Colin Cieszynski de CMC Markets.
Los economistas señalan que la volatilidad observada ayer se prolongará por más tiempo. "Creo que seguiremos cambiando de lado hasta que haya mayor claridad sobre la posición negociadora de la UE", dijo el estratega de divisas de Soceite Generale, Alvin Tan.
Pero otros expertos consideraron que la reacción de los mercados fue moderada. "La cuenta atrás para el Brexit ha empezado, pero en general los mercados ignoraron la activación del artículo 50. Las acciones y la libra prolongaron la tendencia tras una decisión mayormente esperada ya que el Brexit había sido tomado en cuenta", señaló a Reuters Neil Wilson, analista principal de mercados de ETX Capital. "Podíamos haber esperado más volatilidad pero los mercados estaban bastante calmados", apuntó.
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