La actual crisis ha evidenciado la urgencia de reformas
profundas a la arquitectura financiera internacional y a los sistemas
regulatorios y de supervisión, con el fin de garantizar una mayor estabilidad
global, dijo hoy en Washington Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal).
La alta funcionaria de las Naciones Unidas dictó la Trigésima Octava
Cátedra de las Américas en la sede de la Organización de los
Estados Americanos (OEA).
Señaló que la nueva arquitectura financiera global debe
cumplir con dos requisitos: "tener un liderazgo representativo con legitimidad
política que incluya una instancia de rendición de cuentas y contar con
agencias especializadas globales y regionales".
En su presentación, titulada "En búsqueda de soluciones a la crisis financiera: medidas adoptadas y futuros desafíos", Bárcena indicó que los efectos de la
actual crisis financiera no serán sólo coyunturales, sino que moverán la
dinámica de crecimiento y la articulación de las relaciones económicas,
financieras y comerciales hacia lo que se ha comenzado a llamar recientemente
como una "nueva normalidad" en la economía mundial.
Esta "nueva normalidad" económica estará caracterizada por
un patrón de crecimiento más bajo, principalmente de las economías desarrolladas,
y por un rol más protagónico de las economías emergentes. Asimismo, se
observará una desaceleración de los flujos comerciales a nivel mundial, según
la funcionaria.
En el nuevo escenario, explicó, el Estado debe volver a
jugar un rol en la conducción de las estrategias de desarrollo de los países,
para lo cual hay que dotarlo de herramientas suficientes y encontrar su lugar
preciso y en equilibrio con el mercado y el ciudadano, detalló.