Las protestas por la reforma del sistema de pensiones
promovida por el gobierno de Nicolas Sarkozy se intensificaron este lunes en
Francia. Los camioneros han realizado marchas lentas en las carreteras, la
huelga en el sector ferroviario se ha agudizado y varias gasolineras se han
quedado sin carburante.
No obstante, el Ejecutivo sigue defendiendo la necesidad de
elevar la edad de jubilación y aseguró que el funcionamiento de las
infraestructuras públicas no se va a paralizar.
La huelga en las refinerías, iniciada hace una semana, ha
reducido el suministro en cientos de estaciones de servicio de todo el país.
Para la petrolera Exxon Mobil, "la situación es crítica".
"Cualquiera que vaya a buscar diésel en las regiones de París y Nantes
tendrá problemas", dijo una portavoz de la compañía, según consignó
Reuters.
Las medidas de presión se han intensificado de cara a la
manifestación nacional convocada para este martes, un día antes de la votación
en el Senado sobre la impopular reforma del sistema de pensiones.
Los trabajadores de las doce refinerías que hay en Francia
están en su séptimo día de huelga y los manifestantes están impidiendo el
acceso a numerosos depósitos de distribución de combustible.
En tanto, la Confederación General del Trabajo (CGT) animó
este lunes a los trabajadores a protestar este miércoles en los aeropuertos de
todo el país. Este sindicato, el más grande dentro de la aerolínea Air France,
señaló que esto no tiene por qué llevar al bloqueo del acceso a los aeropuertos
aunque podría ocurrir.
Mientras, el gobierno trata de convencer a la población de
que el país dispone de una gran cantidad de combustible y de que los
aeropuertos poseen suministros en abundancia.
El primer ministro, Francois Fillon, dejó claro que impedir
el normal funcionamiento de infraestructuras vitales es ilegal. "El
derecho a la huelga no es el derecho a prohibir el acceso a un depósito de
combustible. Eso es una acción ilegal", dijo el domingo a la cadena de
televisión TF1. "No voy a permitir que la economía francesa se asfixie a
causa del bloqueo del suministro de combustible", aseguró.
La mayoría de los franceses apoyan las protestas y
manifestaciones contra la ley con la que el Gobierno quiere elevar dos años la
edad mínima para jubilarse y la edad para jubilarse totalmente, hasta los 62 y
los 67, respectivamente. El Ejecutivo afirma que ésta es la única manera de
contener el déficit en el sistema de pensiones.
Los puntos principales del proyecto de ley de Sarkozy ya han
sido aprobados en el Senado y en la Asamblea Nacional, y tras la votación
programada para este viernes sobre el texto completo, éste podría convertirse
en ley en un breve periodo de tiempo.