El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, señaló ayer que está preparado para subir la tasa de interés si se necesita para luchar contra la inflación, incluso si los países europeos siguen golpeados por la crisis de deuda soberana.
Estamos permanentemente en alerta nunca nos comprometimos a no mover las tasas de interés, y nuestro nivel de tasas está diseñado para entregar estabilidad de precios, manifestó Trichet en la conferencia de prensa sostenida ayer luego de la reunión del banco. Además acotó que la tasa de referencia que el BCE mantuvo en 1%, es aún apropiada.
Trichet está intentando controlar la inflación sin perjudicar a los mercados financieros asustados por la crisis de la eurozona. Aunque las alzas en los precios al consumidor superaron en diciembre el techo de 2% de la meta del BCE por primera vez en más de dos años (llegando a 2,2%), subir las tasas de interés afectaría a los países cargados de deudas como Irlanda, Grecia y Portugal con costos de financiamiento aún mayores.
Analistas esperan que el BCE haya aprendido de su experiencia de 2008, cuando elevó las tasas debido a la inflación generada por los precios del petróleo antes de la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, la que generó en el sistema financiero global una crisis de proporciones.
Crisis de deuda
Trichet advirtió que los gobiernos de la zona euro son los responsables de poner sus cuentas en orden para detener la actual crisis. En vista de la persistente vulnerabilidad a reacciones adversas del mercado, los países deben hacer su máximo esfuerzo para cumplir sus metas de déficit y poner los ratios deuda-PIB firmemente en una trayectoria a la baja, dijo. La autoridad reiteró su apoyo a que se amplíe el tamaño y el alcance del fondo de rescate de la zona euro, pese a que Alemania se opone a una medida de ese tipo. Además, y sin dar más detalles, mencionó que la compra de bonos continúa.