La mitad de las empresas dice que no realizará despidos pero advierte que ventas han caído 5%
Por otra parte, 33% de las firmas consultadas trabajan con un presupuesto que considera una caída de 1% del PIB, mientras que el 31% estimó que el país definitivamente no crecerá durante este ejercicio.
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Los malos augurios económicos se están haciendo realidad, al menos
en el primer trimestre. Según un sondeo realizado por la auditora Ernst
& Young y Diario Financiero a altos ejecutivos de un centenar de
empresas, tanto nacionales como filiales extranjeras, el 64% de las
compañías admitió una baja en sus ventas en el período enero-marzo.
Pese a lo anterior, el 51% de las firmas ha descartado reducir su planilla de personal este año.
“Las
compañías han optado por medidas como postergar inversiones y
disminuir la compra de insumos”, explicó el socio principal de Ernst
& Young, Cristián Lefevre.
Prudencia generalizada
En
un escenario de gran complejidad, que ha puesto a prueba tanto
estructuras como estrategias, las firmas han asumido que la prudencia
es el camino más lógico y sensato. Difícil que escogieran otra postura,
considerando que el 72% de las encuestadas ha ajustado su proyección
de utilidades. Un foco de preocupación son los elevados índices de
morosidad que más de la mitad de las empresas ha alcanzado en los
primeros meses del año.
Para aliviar sus respectivos negocios,
las compañías han recurrido a variadas fórmulas, combinadas en la
mayoría de los casos: reducción de costos, baja en la compra de insumos
y postergación de inversiones. En el primer trimestre, sólo un 10% de
las compañías encuestadas recurrió al despido de personal para
enfrentar de mejor manera la crisis financiera.
“El sector que
ha postergado mayor cantidad de inversiones es el industrial, seguido
por consumo y retail. Se trata de rubros que están directamente
vinculados a la demanda y al desempeño de la economía. Por tanto, ante
ciclos de menor crecimiento, esos sectores sienten inmediatamente un
efecto en sus proyecciones, en sus utilidades, en sus ventas. Esto,
obviamente repercute en sus decisiones de inversión”, agregó Cristián
Lefevre.
El comercio ha sido uno de los sectores más
perjudicados. Las firmas, independiente de su peso relativo, han
congelado su expansión a nivel local y regional a la espera de una
recuperación, cuya llegada se siente lejana. Pocos se atreven a lanzar
plazos o fechas para la anhelada reactivación.
En ese sentido,
en el mercado prevalece la impresión que el retail ya ha hecho los
ajustes que requiere la coyuntura, tanto en materia de proyectos como
de prescindencia de empleados.
El panorama poco alentador a
nivel macro justifica la adopción de este tipo de medidas. De acuerdo
al 33% de empresas sondeadas, el PIB debería caer al menos un 1%,
mientras que 31% estima que el país no crecerá.
La mayoría de
las firmas (57%) contempla ingresos menores en relación a 2008,
situando el rango de esta caída entre un 5% y 20%. En cuanto al nivel
de tasa de interés de política monetaria, un 72% señaló un rango de
probabilidad entre 1% y 2%.