por sebastián valdenegro
2012 no fue el mejor año para las Administradoras Generales de Fondos (AGF). Es que el balance de las 15 firmas que hasta ahora han informado sus resultados (de un total de 32) arrojó retrocesos en las utilidades de 15,63% promedio, alcanzando
US$ 144,9 millones, menor a los US$ 171,8 millones registrados el ejercicio previo.
Así, 11 AGF obtuvieron ganancias menores a las registradas en 2011.
Los ingresos por actividades ordinarias - core business de la industria, ofrecer fondos mutuos y de inversión al mercado- se vio golpeado en 2012, con un retroceso que en promedio fue de 6,47% , totalizando US$ 428 millones, menor a los US$ 457,6 millones un año antes.
El análisis al interior de las intermediarias de valores es que el menor apetito por riesgo evidenciado en 2012 -un año caracterizado por la turbulencia en los mercados internacionales y la incierta situación en EEUU y la Zona Euro- afectó la venta en instrumentos de renta variable corporativa, donde las AGF tienen mayor exposición y remuneraciones más altas.
“Lo que vi de la evolución de las AGF el año pasado, es que ninguna administradora vendió particularmente fondos accionarios o de renta fija larga. Hubo una especie de éxodo hacia los fondos monetarios, de renta fija de corto plazo, y hacia depósitos. Entonces, nadie vendió estos instrumentos que tienen una mayor remuneración y, en el fondo, una mejor última línea para las AGF”, reconoce el gerente de inversiones de una intermediaria de valores.
Sin embargo, 2013 se vislumbra como un año menos turbulento para las AGF.
Es que el mayor apetito por riesgo, con bolsas mundiales inmersas en un rally de ganancias y traspaso de inversionistas hacia renta variable, hacen prever que aumentará la demanda por fondos con una mayor composición de renta variable y, por tanto, mayor remuneración.
“2013 debiera ser mejor, el panorama es distinto y hoy la gente está más dispuesta a irse a fondos de más largo plazo y de renta variable”, explica el gerente general de una AGF.