El S&P 500, principal indicador de la bolsa estadounidense, alcanzó ayer los niveles más altos en casi un año, desde julio de 2015, luego de registrar una subida diaria de 0,13% y llegar a los 2.112,13 puntos. Esto permite al indicador acercarse a su máximo histórico de 2.130 unidades.
Detrás de este buen desempeño de las últimas semanas hay un responsable central: el petróleo, ya que el constante incremento en el precio del commodity en el último mes ha impulsado las acciones de empresas del sector energético que se transan en Estados Unidos, las que se ubicaron en máximos de siete meses.
Las acciones del segmento de mejor desempeño ayer fueron EOG Resources, Concho Resources, Marathon Oil y Newfield Exploration, con alzas de 5,11%, 4,77%, 4,73% y 4,68%, respectivamente.
El crudo ayer logró máximos en 11 meses, tras ubicarse por encima de los US$ 50 el barril.
En la jornada, el petróleo que se transa en EEUU se empinó un 1,33%, lo que lo ubicó en US$ 50,42 por barril, su mayor valor desde el 21 de julio de 2015, mientras que el petróleo Brent subió un 1,69%, luego de alcanzar los US$ 49,57 por barril.
En un mes, el WTI ha subido un 12,97% y el Brent, un 11,77%.
El factor Fed
Sin embargo, el precio del crudo no es el único elemento que generó entusiasmo en los inversionistas de la bolsa estadounidense ayer. En su discurso, Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de EEUU, dio a entender que la entidad no se apresurará en subir las tasas de interés, lo que afectó positivamente las acciones de ese país pues genera un mayor apetito por riesgo.
“Dicho aumento del apetito por riesgo ha impulsado la renta variable, y debilita levemente el dólar a nivel internacional, algo también apoyado por falta de datos económicos hoy”, dice el analista de xDirect, Diego Mora.
Ahora, los inversionistas estarían a la espera de datos de exportaciones de China y del PIB de Japón correspondiente al primer trimestre.
En el mercado chileno, la caída del dólar a nivel global se vio atenuada por los bajos datos de Imacec conocidos el lunes. Así, la moneda estadounidense sólo cayó un 0,15% respecto del peso chileno y cerró en $ 678,8.
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