Señor Director:
Que esta campaña presidencial ha sido diferente a todas las conocidas ¡ha sido diferente! Comenzando por tener nueve candidatos, todos con prescindencia de la vieja política, la participación de familiares en forma activa y ahora en estos días la aparición de candidatos con antecedentes financieros pendientes, como no pagar cotizaciones de sus empleados, y tantas otras situaciones que han caracterizado esta presidencial.
¿Qué pasó, que cambió? Definitivamente todo cambió. De partida el escudo protector que tenía la política se acabó. La prensa, las redes sociales, la gente desde hace un tiempo están informadas de todo. Para decirlo de alguna forma perdieron ese aire de intocables. Ahora todo es público.
¿Es bueno lo ocurrido? Absolutamente sí. Esto trae como consecuencia que tengan las mismas exigencias que todos los chilenos. Bienvenida transparencia a las presidenciales. No cabe la menor duda que siempre debieron existir filtros exigentes para los que quieren llegar a gobernar desde La Moneda, como los que cualquier chileno tiene al postular a su trabajo soñado.
Luis Enrique Soler Milla
Señor Director:
“Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta”. Todos luchan por un pedazo de queso, pisoteándose unos sobre otros, sin comprender que existe un depósito con más queso y de mejor calidad. Las elecciones se han convertido en un cuento al más estilo de Spencer Johnson y su novela “¿Quién se ha llevado mi queso?“. Pareciera ser que muchos se resisten al cambio, por miedo a algo peor. Sin duda, que hace un tiempo, uno de los ratones ya detectó y aprendió adaptarse al cambio, dejando de debatir con los demás.
Francisco Abarca Tuzzini
iNGENIERO CIVIL INDUSTRIAL
Señor Director:
Un consejo para los candidatos, acuñado por el agudísimo Wilde: mucho peor que hablen mal de ti es que no hablen de ti.
GABRIEL GUILOFF
Señor Director:
Muchos piensan que una taza de café, lo hará sentir revitalizado, conseguir calor en instantes de frío o ser parte de una interesante reunión o conversación.
El café tiene como componente natural a la cafeína, estimulante del sistema nervioso central, que produce en quienes lo consumen un aumento en el estado de alerta y disminución de la fatiga física.
La cafeína se absorbe rápidamente en el tubo digestivo, alcanzando su máximo nivel en sangre a los 90 minutos después de su ingestión. Permanece en el organismo entre 2,5 y 10 horas, metabolizándose en el hígado en un 95% para luego el 5% restante ser excretado por la orina.
Respecto de los efectos adversos de esta bebida, se advierte que tomar dos a tres tazas de café en una ocasión, o sea 250 mg de cafeína, puede ocasionar síntomas como palpitaciones, insomnio, ansiedad, agitación psicomotriz y malestar digestivo.
Existen cuatro trastornos psiquiátricos relacionados con una elevada ingesta de cafeína: intoxicación por cafeína, trastornos del sueño inducido por cafeína, trastorno de ansiedad inducido por cafeína y trastorno relacionado con cafeína no especificado. Luego de haber tenido un consumo regular de cafeína, la privación de ella puede ocasionar cefalea, mareo, depresión e irritabilidad.
Evelyn Muñoz
Académica Escuela de Nutrición y Dietética U. Andrés Bello