Cartas al Director
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Calificación de impuesto al 7% en salud
Señor Director:
La semana pasada fuimos testigos de las fuertes declaraciones de la directora de Fonasa que indicaba que el 7% en salud no es propiedad de las personas, es más, lo llamó un impuesto específico a la seguridad social y que debía ser tratado como tal.
¿Qué intención está detrás de esta declaración?, es una pregunta importante y que nos obliga a analizar las cosas en su contexto. Hemos tenido en el debate una gran reforma tributaria que elevará significativamente el poder del Estado, una reforma educacional, donde incluso el ministro Eyzaguirre llegó a declarar sobre la necesidad de que en la Constitución el derecho a la educación debe estar por sobre el derecho a la propiedad.
Además, la ministra Ximena Rincón también ha declarado que el derecho de propiedad que tenemos está sobrevalorado. Sumemos a esto el contexto de la posible reforma al sistema de AFP y otras señales que nos muestran que muchos en este gobierno desean subir el poder del Estado sin analizar las consecuencias negativas que tendría esto para el país, y más preocupante aún, se está comenzando e introducir en el debate que hay que disminuir la importancia del derecho a la propiedad y otras libertades que son fundamentales.
Debemos elevar con fuerza nuestra voz y promover que hay principios básicos que no se pueden vulnerar con ninguna reforma, la importancia del derecho a la propiedad no puede estar en juego, no nos quedemos inmóviles ante declaraciones que parecen inofensivas, pero que tienen un trasfondo muy importante. Nuestra respuesta debe ser clara: el 7% es propiedad del trabajador y no hay dos lecturas, la libertad de elegir del trabajador no puede estar en riesgo y por sobre todo no es un impuesto ni pertenece al Estado.
Estamos de acuerdo con que Chile requiere ciertas reformas, pero no podemos transar con principios básicos para llegar a ellas, las libertades de las personas no pueden ponerse en riesgo, es un bien fundamental que tenemos hoy y que no se valora de la manera adecuada hasta que se pierde.
Antonio Horvath Gutiérrez , Director Ejecutivo Instituto Libertad
Jubilación de la mujer
Señor Director:
Esta vez estoy absolutamente de acuerdo con Trinidad Lecaros Cox, economista del Instituto Libertad, quien sostiene que el sistema de AFP perjudica y discrimina a la mujer, pues las pensiones apenas si alcanzan al 40% de tasa de reemplazo.
Pero yo voy más allá: la más perjudicada es la familia, -la célula esencial de toda sociedad civilizada-, pues castiga a este núcleo al considerar los hijos como carga para el sistema, lo que se traduce en la baja ostensibles de las pensiones no sólo de mujeres sino también de los hombres, dependiendo de quien está a cargo de las cargas familiares (asignaciones familiares).
Mi desacuerdo es total cuando se plantea la necesidad de aumentar las edades de jubilación de las mujeres.
Por años he planteado la posibilidad de que para evitar el aumento de edades, las cotizaciones deben ser tripartitas (trabajador 10%, empleador 5% y Estado 5%), así se lo he hecho saber a la presidenta de la República, al Parlamento y a la Comisión Bravo.
Antaño en la administración pública se premiaba a las mujeres al descontar un año por cada hijo con un máximo de cinco, en el Sistema de Reparto que contemplaba 30 años de servicio para jubilarse; es decir, la mujer que tenía cinco hijos se pensionaba a los 25 años de servicio. Esta norma se eliminó con la dictación del Decreto Ley N° 2.448, de 1979. La baja en la tasa de natalidad en las últimas cuatro décadas es una de las razones esenciales y el porqué las nuevas generaciones sólo tienen un máximo de dos hijos como promedio, ya que el sistema Previsional ataca a las familias numerosas.
Para paliar la baja de las pensiones de las mujeres el Estado debería entregar un bono permanente a las pensiones mensualmente, a partir de los 60 años (edad legal actual de las féminas para jubilarse), así se equipararían las pensiones entre mujeres y hombres.
Eduardo del Carmen Hernández Muñoz