Cartas al Director
- T+
- T-
Laudato Si
Señor Director:
Hemos escuchado de forma reiterada la importancia de terminar -o en su defecto disminuir- los problemas de contaminación, sequía, pobreza y muchos otros que se suscitan alrededor del mundo y que suelen estar más cerca de lo que pensamos. En ese contexto, es que “Laudato Si”, la encíclica escrita por el Papa Francisco, llegó para enrostrarnos la urgencia con la que debemos enfrentar éstos y otros temas. Junto a la gran deuda ecológica que tiene la sociedad con la Tierra, Francisco también habla de “rechazo a los poderosos”, “una general indiferencia”, “fracaso” de las cumbres mundiales, y por cierto también menciona la “lentitud de la política y de las empresas”.
Si bien Chile es responsable del 0,3% de las emisiones a nivel mundial y nuestras emisiones per cápita son menos de la mitad de los países miembros de la OCDE, no podemos dejar fuera nuestro aporte a la sostenibilidad en términos ambientales –por lo mismo, ya reafirmamos el compromiso voluntario de reducir emisiones en un 20% al 2020–, así como tampoco en las dimensiones sociales y económicas. Esperemos no quedarnos en las buenas intenciones y que durante la COP 21 a realizarse en París, logremos acuerdos vinculantes concretos.
Existe conocimiento y conciencia de este diagnóstico, y también estamos en un momento clave para generar soluciones que vayan en dirección de un desarrollo sostenible transversal para cada país; sin embargo, ni cumbres, ni discursos, ni promesas han transformado nuestros hábitos en cada paso de la cadena de valor: ni como consumidor, productor, proveedor ni tampoco como ciudadano.
Las duras palabras del Papa Francisco reflejan que como sociedad hemos dejado de lado nuestros deberes para con “la Casa de Todos”; es nuestra responsabilidad enfrentar la urgencia que vemos a nuestro alrededor. Desde ACCIÓN comunidad de empresas que representan un 13% del PIB chileno, así lo entendemos, y por ello tenemos la convicción de que un Chile desarrollado, sostenible e inclusivo, sí es posible.
Ignacio Larraechea
Gerente general de ACCIÓN
Gigante en dos ruedas
Señor Director:
El sábado 5 de julio, mientras la mayoría de los chilenos hacía los preparativos para la gran final de la Copa América, en Huelquén, comuna de Paine, un gigante de las dos ruedas y el enduro nacional partía a recorrer mejores caminos.
Mientras pedaleaba junto a su hijo, Carlo De Gavardo sufrió un paro cardíaco en los alrededores de su fundo La Vacada, donde se desarrolla una de las mejores carreras de MTB de XCM, en la cual he tenido el agrado de participar en sus últimas versiones. En mayo, el “Cóndor” volvió a cumplir con creces en la realización de esta fiesta del mountain bike, una carrera que se merece estar entre los mejores circuitos del deporte de dos ruedas. Tuve el placer de estrechar la mano del connotado piloto, quien junto a su fiel compañera de dos ruedas alentaba la participación de todos los “compedaleros” que entregábamos lo mejor de nosotros en esta ruta. Nuestra recompensa, el poder recorrer las tierras que vieron surgir a uno de los propulsores del enduro nacional y primeros en subirse al pódium del Dakar.
Esta semana vivenciamos la emotiva y masiva despedida que realizó el pueblo motoquero. Junto a ellos un pueblo agradecido de todo lo ofrecido por este gran piloto, desde ser el precursor del enduro, pasando por uno de los principales artífices para traer el Rally más importante del mundo a Sudamérica, entregando una de las carreras con los mejores parajes y niveles técnicos que puede ofrecer una carrera de mountain bike, con escenarios de pendientes técnicas, bosques valdivianos, bajadas exigentes y remates por el centro de un pueblo que ofrece toda la tradición del sur a 45 minutos del centro de Santiago. Ese era el patio de la casa de Carlo de Gavardo, el cual compartió con toda la gente sin recelo y con todo el cariño al armar la mejor carrera -para mi gusto- de este lindo deporte llamado MTB.
Siempre en los recuerdos del MTB nacional y en el de un pedalero que disfrutó al máximo del campo La Vacada y de haber podido estrechar la mano de una gran persona. Hasta siempre.
Sebastián Correa
Académico de Pedagogía en Educación Física, Universidad San Sebastián