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2023: año clave para las startups

GINA OCQUETEAU Emprendedora

Por: GINA OCQUETEAU | Publicado: Jueves 29 de diciembre de 2022 a las 04:00 hrs.
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GINA OCQUETEAU

Había una vez una prometedora startup chilena que, luego de tener un 2020 y 2021 de fuerte crecimiento exponencial -con aumentos de capital extranjero, alta tracción y planes de internacionalización dentro de Latinoamérica-, en 2022 vio muchos de sus planes frustrados por la desaceleración económica interna y mundial. Por primera vez, más que atraer y “quemar” recursos, debió empezar a preocuparse de la estabilidad y rentabilidad del negocio, despedir a colaboradores y enfocarse en volver los procesos más eficientes.

Esta historia no es desconocida y puede aplicarse a varios miembros del ecosistema de emprendimiento local, porque 2022 ha sido un año difícil en muchos sentidos. A nivel país, nuestras cifras de crecimiento están a la baja en comparación a años anteriores, la inflación alcanza un 12,5% acumulado y las altas tasas de interés tratan de frenar estos efectos, pero generan consecuencias en el ritmo de la economía.

“Por primera vez, más que atraer y ‘quemar’ recursos, muchas startups debieron preocuparse de la rentabilidad del negocio, despedir a colaboradores y enfocarse en procesos más eficientes. 2023 será igualmente desafiante”.

Ante ese panorama, muchas startups han debido ajustarse el cinturón y ver cómo se hacían realidad las advertencias de Y Combinator, la reconocida aceleradora de negocios estadounidense y que fue la primera que encendió las alarmas cuando en mayo envió una carta a los miembros de su portafolio de empresas recomendándoles “prepararse para lo peor”.

En 2023 las condiciones serán igualmente desafiantes. Los expertos esperan que la recesión continúe y las cifras comiencen a ceder recién durante el último tercio del año, por lo que será fundamental para el emprendimiento poner foco en ser lo más eficientes posible para sobrevivir. Este es un punto especialmente importante para una economía como la nuestra, donde las micro, pequeñas y medianas empresas representan el 98,6% de las empresas del país y concentran el 65,3% de los empleos formales, según estimaciones gubernamentales.

Para que las iniciativas que se lleven a cabo tanto al interior de cada emprendimiento como a nivel de industria realmente funcionen, lo primero que hay que tener claro es que el ecosistema está compuesto de distintos actores y, por lo tanto, no podemos abordarlos a todos de la misma manera ni aplicar a todas las mismas políticas. Para algunos será necesario detener los planes de internacionalización y enfocarse en mejorar el producto a nivel local, mientras que otros deberán volcarse a la “caja chica” y reordenar prioridades. Otras empresas, las más pequeñas, deberán continuar por la senda de la digitalización, gracias al potencial de crecimiento que ofrece.

Tenemos varios puntos a favor. El primero es la conocida flexibilidad de las startups para adaptarse al entorno y crear nuevas soluciones, aún cuando las condiciones son adversas. También tienen como ventaja la versatilidad de su campo de acción. Los emprendedores de hoy en día están presentes en áreas tan diversas como tecnologías de la información, finanzas, energía, salud, economía circular, e-commerce, soluciones hídricas, turismo sostenible, servicios globales, logística, agricultura y muchas más.

Se habla mucho de que las épocas de crisis son también de oportunidades, pero para que así ocurra debemos generar las condiciones y aplicar también la colaboración, porque mientras más talento humano esté involucrado, mejores serán los resultados. Es cierto que este ha sido un año de cuestionamientos para muchas empresas, pero esa misma reflexión puede ayudarnos a identificar otros espacios de acción, anticipar tendencias y crear nuevas historias.

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