Claudio Agostini

El rol tributario de la depreciación

Por: Claudio Agostini | Publicado: Martes 4 de febrero de 2014 a las 05:00 hrs.
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Una de las múltiples propuestas tributarias que se han discutido en el último año es la de incorporar depreciación instantánea de los activos fijos para efectos tributarios. Esto implica que si una empresa compra una máquina hoy el 100% de su valor se descuenta como gasto en el momento de la compra y no a lo largo de varios años.



¿Cuál es el origen de una propuesta así y qué sentido económico tiene? La respuesta a estas preguntas se encuentra en el modelo de inversión neoclásico de los economistas Robert Hall y Dale Jorgenson, que establece que una empresa va a invertir hasta el punto en el cual el retorno del último peso de capital invertido es igual al costo de uso de ese capital.

La evidencia empírica respalda el uso del modelo de inversión neoclásico y muestra, en general, una correlación positiva entre el stock de capital y su costo de uso, con magnitudes en torno a 0.6. En otras palabras, una reducción de 10% en el costo de uso del capital aumenta el stock de capital en 6% en el largo plazo, asumiendo que no hay cambios en la tasa de interés producto del aumento en la inversión.

Dada la validez empírica de este modelo para explicar una parte importante de las decisiones de inversión, la pregunta siguiente es qué rol juegan los impuestos y la depreciación permitida para efectos tributarios. La respuesta es que en este modelo de inversión, la tasa de impuesto a las utilidades de las empresas afecta el costo de uso del capital de dos formas. Por un lado, un aumento en la tasa de impuestos eleva el costo de uso ya que se requiere un incremento en el retorno marginal del capital antes de impuestos necesario para que un inversionista obtenga la mínima tasa de retorno necesaria para invertir. Por otro lado, una tasa de impuesto a las utilidades más alta aumenta el valor de la deducción tributaria de la depreciación, lo cual reduce el costo de uso del capital. Si se permite depreciación instantánea los dos efectos son iguales en magnitud y un aumento en la tasa de impuestos no afecta el costo de capital. Como en la práctica los países tienen esquemas con depreciación tributaria menor a la depreciación instantánea, aumentos en la tasa de impuestos aumentan el costo de uso del capital y desincentivan la inversión. Introducir una política de depreciación instantánea elimina esta distorsión y restablece los incentivos a invertir.

Sin duda que las decisiones de inversión son mucho más complejas e incorporan otros elementos como el riesgo y la certidumbre en las reglas del juego. Sin embargo, eso no cambia las conclusiones. Por el contrario, hasta lleva a que sea posible un aumento mayor en la tasa de impuesto a las utilidades sin desincentivar la inversión. El trabajo pionero del economista Roger Gordon muestra que cuando se incorpora incertidumbre explícitamente al modelar los efectos de los impuestos, un impuesto al ingreso del capital puede dejar los incentivos a invertir y los incentivos al ahorro de las personas intactos, a pesar de generar una recaudación tributaria importante en magnitud. La razón es que si bien los inversionistas reciben una tasa de retorno esperada menor debido a los impuestos, también soportan menos riesgo al invertir y estos efectos se cancelan mutuamente. Incluso el impuesto puede generar ganancias de eficiencia al producir una reasignación del riesgo entre individuos y entre generaciones.

Incorporar depreciación instantánea en la política tributaria en Chile me parece que va en la dirección correcta. La crítica respecto a que esto incentiva capital físico y castiga la inversión en capital humano es equivocada. Actualmente la inversión en capital físico está tributariamente en desventaja respecto de la inversión en capital humano. Cuando una empresa invierte en capacitar a sus trabajadores ese gasto se reconoce completamente en forma inmediata, precisamente lo que hoy no ocurre con el capital físico y la depreciación instantánea igualaría tributariamente las cosas.

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