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El desafío de la diversidad generacional

Waldo Corvalán Director General Corvalán Consultores

Por: Waldo Corvalán | Publicado: Jueves 24 de diciembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Waldo Corvalán

Cuando ponemos la palabra "inclusión" sobre la mesa pensamos en gente discapacitada. Cuando hablamos de "paridad", pensamos en nivelar la cancha con hombres y mujeres. Pero hay otro tipo de discriminación que subyace en el campo laboral y, al parecer, las autoridades aún no han tomado carta en el asunto.

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Se discute sobre discriminación laboral en Chile basándose en ejemplos de género, discapacidad o nacionalidad. Y no se está hablando del grupo etario que se acerca y/o sobrepasa los 50. Son mayoritariamente quienes cargan sobre sus hombros con hijos en edad escolar y universitaria, con grandes compromisos económicos por delante y a los cuales les queda tiempo para jubilar.

En nuestro país, las compañías dispuestas a contratarlos hoy les ofrecen sueldos de hasta un 40% menos de lo que resulta su valor en el mercado. Las empresas han volcado su atención hacia profesionales altamente tecnológicos, multiculturales, impacientes y con muy poco apego a las organizaciones. No les fue fácil aceptar que antes de cumplir un año en la compañía, estos jóvenes anunciaban su salida porque "querían viajar por el mundo", "habían cumplido un ciclo", o "no tenían nada más que aprender".

Las organizaciones adaptaron sus beneficios para retener a estos jóvenes llamados millennials con vestimenta informal, jornadas laborales flexibles y reducida los viernes, días de regalo y hoy, "home working". Ahora se han sumado los Z -la generación nativo digital-, cuyo brazo no termina en la mano, sino en su smartphone. Una generación que no tolera la frustración, quiere todo rápido, urgente, y no está dispuesta a esperar diez segundos para que Google entregue una respuesta.

Algunos ya se encuentran en cargos de liderazgo o incluso, gerenciando empresas que crearon como una aventura universitaria. Ellos serán quienes liderarán las compañías en los próximos años. ¿Estarán dispuestos a contratar o trabajar con un profesional veinte años mayor que ellos? ¿Con más de diez años por delante para jubilarse y que no es un nativo digital?

Los talentos son talentos y no dejan de serlo porque cumplieron 50 años. Tal vez, habrá que capacitar y preparar a estos profesionales jóvenes para convivir con quienes poseen gran visión estratégica, buscan entender y aprender de ellos, y hacen valiosos esfuerzos por mantenerse vigentes. En Europa por ejemplo, el Fondo Social Europeo (FSE) financia programas para que los trabajadores mayores sigan capacitándose y sean un aporte a las organizaciones.

Anualmente ayudan a cerca de 10 millones de personas a encontrar un nuevo empleo. En Estados Unidos, empresas globales están realizando pasantías para estos profesionales con excelentes resultados: alrededor del 50% de ellos ha logrado conseguir un puesto fijo. En Colombia se aprobó un proyecto de ley para brindar beneficios tributarios a empresas que contraten a trabajadores mayores de 50.

La pandemia, los desafíos medioambientales y las crisis socioeconómicas están exigiendo de nosotros no solo más capacidad de adaptación, también más colaboración y empatía para navegar en estos tiempos de incertidumbre y esto, indudablemente, requiere mayor diversidad de visiones.

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