El factoring electrónico se encuentra en tierra derecha. Esto se manifiesta a través del objetivo de las autoridades de aumentar el uso de la factura electrónica, la cual terminará siendo obligatoria para las empresas de mayor tamaño, hacia el último trimestre de este año 2014.
Hasta ahora existe un desequilibrio entre las facturas físicas y las electrónicas que hacía que las operaciones realizadas con estas últimas fueran mucho más riesgosas para las empresas de factoring, puesto que no es usual que los deudores acusen recibo electrónico de las mercaderías o servicios a sus proveedores.
Si una factura no presenta este requisito, no cumple con uno de los elementos necesarios para ser considerada un Título Ejecutivo de acuerdo a la Ley y, por lo tanto, no tiene la fortaleza y el mismo valor de una factura que cumple con esa exigencia.
Recientemente las autoridades presentaron una modificación a la Ley, en la cual las empresas receptoras de facturas electrónicas solo podrán utilizar el crédito fiscal del IVA de dichos documentos en la medida que hayan otorgado el “Acuse de Recibo” de las mercaderías o servicios. Este cambio fue incluido en el Proyecto de Ley que introduce modificaciones a la legislación tributaria en materia de factura electrónica, el cual fue aprobado por el Congreso y actualmente está en espera de ser promulgado.
Este pronunciamiento se toma positivo para todos, ya que va de la mano con promover la tecnología y es un claro beneficio para las empresas, al bajar los costos de transacción y el riesgo que representa para una empresa de factoring la compra de facturas que, sin duda, significará beneficios para las pequeñas y medianas empresas en el financiamiento vía este instrumento.
Para nuestra industria, esta ley proporciona herramientas sólidas al negocio del factoring que facilitan una operatoria más fluida y segura.