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Columnistas

En el umbral de la movilidad eléctrica

Herman Chadwick Presidente Enel Chile

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 29 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.

Desde hace unos días han comenzado a circular los primeros buses eléctricos por la capital y con la nueva licitación del Transantiago este número aumentará a 90, abriendo de esta manera un espacio exclusivo para la única tecnología cero emisiones existente en el mundo.

Hoy existen en Santiago 16 puntos de carga para autos eléctricos, las llamadas “Electrolineras” y hace una semana se inauguró el primer punto de carga en Concepción. Además, en febrero de 2018 Santiago acogerá una fecha de la Fórmula E, hito que podría parecer sólo una fiesta deportiva en la época de vacaciones en el centro de la ciudad, pero es una más de las acciones que el país busca para alinear sus políticas y estrategias con las nuevas tecnologías limpias para movilización.

Somos testigos privilegiados de un cambio de era en el transporte: en 2017 nos asomamos en el umbral del despegue de la movilidad eléctrica a nivel nacional y mundial. No es fantasioso pensar que en una década más los autos eléctricos y los puntos de carga sean parte natural del paisaje de cualquier ciudad.

Así como en Chile, varios son los hitos que están sucediendo a nivel mundial que nos tienen convencidos de que el mundo camina hacia la adopción masiva de esta tecnología y sus múltiples usos. El costo de producir baterías ha caído 35% anual desde 2015, con lo que el precio de un vehículo de estas características se hará cada día más asequible a la gran mayoría.

Y si de comparaciones se trata, hay algo más interesante: la venta de este tipo de automóviles está creciendo a 60% anual desde 2015. Es la misma tasa de crecimiento que le permitió al Ford T superar al carro de caballos y masificarse hace un siglo.

Pero el mundo camina hacia una energía limpia y las evidencias están en todos lados. La baja en el costo de una batería (que explica un tercio del valor de un automóvil con enchufe) es una de las tendencias actuales; así como el incremento de la autonomía y la red de puntos de carga, para reducir un problema emergente y que los expertos lo han llamado la ansiedad del rango (range anxiety), que es el natural miedo del conductor a que se quede sin energía en un lugar sin acceso a carga.

Pero la movilidad eléctrica no sólo es una noticia tecnológica; también es una buena noticia para Santiago y todas las ciudades del país que sufren problemas de contaminación atmosférica. Este tipo de transporte es cero emisiones, con lo que se suprimen las fuentes de SOx y NOx. No es mitigación ni reducción, simplemente no hay contaminantes volcados al aire de Santiago. El Centro Mario Molina estimó que basta con convertir un 35% de la flota del Transantiago a buses eléctricos para que las emisiones bajen en 30%. Embarcarse en la transición tecnológica hacia los autos y buses eléctricos sólo implica beneficios para el medioambiente y el país, porque además otorga autonomía en un sector tan estratégico como es la energía, el reducir la importación de petróleo o gas natural.

Si se mantiene el ritmo de cambios que se ha iniciado este año, la masificación de la movilidad eléctrica será una realidad en el Gran Santiago dentro de los próximos cinco años. En eso estamos trabajando las empresas de energía, fabricantes de autos y el Estado de Chile.

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