La discrepancia presentada por Codelco y su efecto en las tarifas eléctricas
El sistema tarifario eléctrico chileno es marginalista. Esto significa que las transferencias de energía en los Centros de Despacho Económico de Cargas...
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El sistema tarifario eléctrico chileno es marginalista. Esto significa que las transferencias de energía en los Centros de Despacho Económico de Cargas (CDEC) entre generadoras se valorizan al costo de producir una unidad adicional de producto, o sea, al costo marginal de un kilowatthora.
La estructura de los CDEC asume que dado que habrá generadoras que comprarán (deficitarios) y otras que venderán (excedentarios) energía al costo marginal, serán éstas mismas las que cuidarán, en resguardo de sus intereses, que el costo marginal sea el correcto.
Sin embargo, la estructura anterior cambió a contar de 2004 por los cortes de gas argentino. Desde entonces, las generadoras han traspasado a los clientes libres el costo marginal del CDEC en sus contratos de suministro. Asimismo, en 2009, el gobierno realizó licitaciones de empresas distribuidoras en las que se permitía el traspaso del costo marginal a los clientes regulados. Lo anterior significa que desde 2010, gran parte de los contratos de suministro eléctrico en Chile, tanto de clientes regulados como libres, están vinculados al costo marginal.
Codelco ha presentado una discrepancia en el Panel de Expertos del Sector Eléctrico en la cual incluyen las declaraciones de los costos del GNL que han realizado las generadoras en los sistemas eléctricos (ver gráficos). Estos valores son relevantes, pues afectan el costo marginal que pagan los consumidores. En los gráficos, se puede observar que estas declaraciones no tienen lógica económica desde el punto de vista de costos. Para un mismo producto, suministrado por un mismo terminal de regasificación, de un mismo proveedor de GNL, cada generadora informa costos distintos en cada sistema eléctrico.
Dadas las características del mercado chileno, los contratos de suministro de gas son del tipo take or pay, es decir, que el volumen contratado de gas se paga independiente de si se consume o no. Esto significa que en un sistema marginalista como el nuestro, su valor es un costo fijo y por tanto, el costo variable de este tipo de contratos es cero, lo cual puede explicar la declaración de la Central Nehuenco de Colbún.
Si los contratos de suministro de GNL son take or pay y se tarifican correctamente, esto ocasionaría una baja considerable en el costo marginal del sistema eléctrico. La información disponible es que los costos marginales podrían reducirse del orden de 30% con los consecuentes beneficios para clientes residenciales e industriales.
Desafortunadamente, el gobierno ha declarado que esperará el dictamen del Panel de Expertos del Sector Eléctrico a la discrepancia presentada por Codelco y que plateará esta materia a la recientemente creada Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico, lo cual significa que esta materia no se resolverá, si es que se resuelve, sino hasta fines de año. Mientras tanto, gran parte de la industria, especialmente la pequeña y mediana, y los clientes residenciales seguirán pagando sobrecostos. De cualquier forma, bienvenidas sean estas iniciativas de parte de los grandes usuarios en aras de una mayor simetría en este complejo mercado eléctrico.