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Columnistas

Los desafíos de Mauricio Macri y Argentina

Andrés Borenstein Economista jefe para Argentina de BTG Pactual

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 4 de diciembre de 2015 a las 04:00 hrs.

Llegó el cambio a Argentina en más de un sentido. No sólo habrá pronto nuevas autoridades con una diferente cosmovisión frente a la política internacional, el mundo empresario y el rol del estado entre otros. También tiene que haber un cambio macroeconómico de magnitud. Si bien Argentina no se encuentra en una situación de crisis (el crecimiento para 2015 será de alrededor de 1,5% y el desempleo es bajo) los desequilibrios macroeconómicos que tendrá que corregir el próximo gobierno son de una magnitud muy importante y sin margen para diferir sus correcciones.

La agenda tendrá como objetivo central hacer de Argentina un país emergente normal, con problemas y desafíos similares a los que muchos otros en la región tienen. Económicamente hablando el objetivo de mediano plazo será mejorar la productividad para asegurar un buen nivel de crecimiento de largo plazo, reducir la pobreza, generar mayor igualdad de oportunidades y apuntalar infraestructura, energía y educación. Pero nada de esto será viable si no se corrigen los problemas macroeconómicos. La agenda del gobierno de Macri y su recientemente designado plantel de ministros buscarán resolver estos temas:

Regularizar la situación de la deuda en “default”. Es imperante volver a tener la capacidad de emitir deuda en New York y al tener ese mercado abierto también se espera que bajen las primas de riesgo lo que no sólo aliviarán marginalmente las cuentas públicas sino que abrirán mercados para que busquen capital provincias y empresas privadas.

Volver a tener un único tipo de cambio que además tendrá que buscar un nivel adecuado y con una flotación mucho más limpia que la actual. Hoy al tipo de cambio oficial Argentina se ha vuelto muy cara en dólares y eso estrangula las economías regionales. Además, al tipo de cambio oficial no hay inversores (reales o financieros) dispuestos a traer dólares a Argentina. Entonces ya sea por la cuenta corriente (menor superávit comercial) como de la cuenta capital (menos flujos al país), Argentina enfrente a una severa restricción externa que ha llevado a que el Banco Central prácticamente no tenga reservas líquidas.

Bajar la inflación que ya lleva 9 años seguidos en dos dígitos. El plan consistirá en pasar de los 25% en que terminará la inflación este año a un dígito quizás en tres años usando el sistema de metas de inflación que usan la mayoría de los países del mundo.

Otra avenida para por el clima de negocios y la inserción internacional. Argentina en los últimos años casi había desaparecido del mapa de inversión extranjera directa. La agenda del gobierno que empieza el 10 de diciembre será intensa en volver a poner a Argentina en un patrón de normalidad microeconómica que incluya volver (de a poco) a relajar restricciones comerciales y en contar a los cuatro vientos las muchas oportunidades que ofrece Argentina, un país con abundantes recursos naturales y mucho capital humano.

Sin embargo todo esto es mucho más fácil de decir que hacer. En la implementación hay riesgos económicos y políticos. Y nadie es perfecto. Habrá curvas de aprendizaje y momentos de tensión. Pero el gabinete designado tiene buenos pergaminos, es joven y sale con ganas de “comerse” la cancha para volver a poner a Argentina en primera.

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