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Mujeres y transformación digital

Paola Tastets, directora de Ventas Digitales, Scotiabank Chile

Por: Paola Tastets, directora de Ventas Digitales, Scotiabank Chile | Publicado: Jueves 17 de diciembre de 2020 a las 18:30 hrs.
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Paola Tastets, directora de Ventas Digitales, Scotiabank Chile

Fin de año es siempre un buen momento para reflexionar, hacer balances y repasar los principales aprendizajes. Y en este 2020 tan especial, lleno de desafíos producto de la pandemia y sus impactos sociales y económicos, hay muchas lecciones que sacar sobre los cambios que hemos debido enfrentar, tanto en nuestra vida laboral y familiar como en nuestro relacionamiento en general.

Sin duda, una de las más relevantes es el rol de la tecnología en nuestro día a día. La pandemia ha actuado como un acelerador de la Transformación Digital, tanto desde el punto de vista de las empresas como de los usuarios, que se han visto obligados a interactuar con los canales online. En la banca este es un tema crítico, en el que llevamos años trabajando.

El sector bancario tiene un alto impacto en el funcionamiento de la economía. Sirve tanto a las personas naturales como a las grandes corporaciones y ofrece productos y servicios financieros que brindan a sus clientes un conjunto de posibilidades para administrar su presente y diseñar su futuro.

En general, los productos bancarios son estructuralmente los mismos que hace 30 años, pero los procesos que hay detrás, las herramientas con las que contamos para conocer mejor a nuestros clientes y así ofrecerles productos y servicios personalizados son nuevas, dinámicas y abarcan tecnologías y técnicas cada vez más avanzadas e innovadoras, con una regulación en desarrollo y un entorno altamente competitivo. Estamos en medio de un cambio de paradigma en el que el uso de los canales online reemplaza cada vez más la interacción presencial, todo lo cual implica innovación y desarrollo tecnológico.

A la luz de lo anterior, es necesario adaptarse y ser flexible, pero sobre todo anticiparse y ser proactivos, tanto a nivel estratégico como en lo cotidiano. También superar desafíos culturales y conformar equipos ágiles, diversos en liderazgos, experiencias y visiones. Por cierto, también en género.

En este sector, tal como en muchos otros, somos pocas las mujeres en cargos asociados a desarrollo e implementación de tecnología, menos aún en posiciones de liderazgo. Esto se debe, principalmente, al estereotipo que existe frente al rol que la mujer debe cumplir en la sociedad y cómo éste se nos impone desde pequeñas. También al mito de que las ingenierías y áreas afines son de dominio masculino. Lo anterior, sumado a la falta de modelos a seguir, desincentiva la participación femenina en carreras STEM. Para mujeres y hombres el desafío de la tecnología es muy grande, es una especie de maratón, pero que las mujeres corremos con tacos.

Para aumentar la participación femenina en este mundo tenemos que derribar paradigmas, terminar con los estereotipos y dar visibilidad a aquellas mujeres que se desarrollan en este ámbito y pueden inspirar a otras a apostar por este camino. Mostrar que es posible, que cada vez somos más, que aportamos y agregamos valor y que hacerlo es totalmente compatible con nuestra vida familiar. Las invito a que se sumen a este mundo, a participar, a aprender y desarrollarse en lo que para mí representa de manera concreta y latente, el futuro.

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