Padre Hugo Tagle

Chile, voluntad terca

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Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 25 de abril de 2022 a las 04:00 hrs.
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El presidente de la Convención Constitucional declaró que, “vamos a tener una crisis política y social importante” de ganar el rechazo en el plebiscito de salida. Ese tipo de afirmaciones le hacen daño al proceso constitucional y a la convivencia democrática.

Supongo que quienes van a votar “apruebo” lo harán convencidos de que es lo mejor para Chile y no por temor a un nuevo “estallido social”. Así como quienes votarán “rechazo” lo harán con la misma convicción: ven que el proyecto de Constitución no es el más adecuado para Chile y se debe pensar en otro camino. La preocupación debe centrarse en que el pueblo soberano -en una votación libre, segura e informada- decida efectivamente lo mejor y que esa voluntad se respete.

“Un sector de la Convención ha divagado por senderos fantasiosos, ensoñaciones que poco y nada tienen que ver con lo que la ciudadanía pedía”.

Como se ha repetido en decenas de foros, muchas de las propuestas presentadas en la Convención pueden encontrar espacio en la actual Constitución, firmada por el Presidente Lagos. O ser materia de una ley especial.

La incorporación del “derecho al aborto”, abriéndole la puerta a un aborto sin restricción alguna, constituye un obstáculo insalvable para aprobar el proyecto, Es de esperar que la versión final elimine ese punto que, por lo demás, no tiene nada que hacer en una Constitución.

Gabriela Mistral en su texto “Chile, voluntad de ser”, hablaba de “una chilenidad a medio hacer” de un país en permanente construcción, búsqueda de identidad, de potenciar sus fortalezas. Lidiamos con una naturaleza muchas veces hostil, dura y compleja. Mistral lo definía como “una voluntad de ser, una voluntad terca de existir”. Sí, es un país hecho a pulso, trabajo, tesón, sudor y lágrimas.

Viene a cuento en esta hora de reflexiones sobre el país que queremos mejorar. Sí, se trata de mejorar, no de cambiarlo por otro. Resulta justo lanzar una mirada benevolente a la historia patria, valorar sus logros, así como tomar conciencia de lo que falta para dar ese salto al escurridizo desarrollo. Soy de aquellos que prefieren ver los progresos alcanzados: un buen sistema democrático con caminos efectivos de participación ciudadana, el apego a la ley, voluntad de trabajo y un largo etcétera.

Un sector de la Convención ha divagado por senderos fantasiosos, ensoñaciones que poco y nada tienen que ver con lo que la ciudadanía pedía. Difícil que la revisión del proyecto lleve a cambios sustanciales, por lo que nos podemos hacer una idea de lo que se propondrá en el plebiscito. Será el mismo pueblo quien, soberanamente, sin amenazas, libre, decida si lo elaborado es lo que se esperaba o no.

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