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¿Qué se juega un país sin una debida justicia?

MACARENA LETELIER VELASCO Directora Ejecutiva CAM Santiago

Por: MACARENA LETELIER VELASCO | Publicado: Jueves 4 de agosto de 2022 a las 04:00 hrs.
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MACARENA LETELIER VELASCO

Libertad. ¿La razón? Sin justicia no puedo desenvolverme en un grupo que acuerda normas para su convivencia, no hay claridad de los límites, o más complejo aún, no hay certeza de la correcta aplicación de la ley en caso de que esta se transgreda. La libertad reconoce el derecho ajeno, que en caso de verse amenazado o transgredido, requiere un Poder Judicial que aplique la ley en un marco de legalidad, imparcialidad y a tiempo.

La propuesta de Constitución atenta contra esa libertad toda vez que se debilita al Poder Judicial en su lógica institucional. Lo transforma en un sistema controlado por un Consejo de la Justicia, que por su composición ejecutará su rol con un tinte político, sometiendo a los jueces de la república a una revisión integral sin parámetros conocidos.

“Con la propuesta de Constitución, lo que se juega es la estabilidad del país, en su más amplia dimensión y fundamentos”.

Igualdad. ¿Qué igualdad puedo esperar de una propuesta que contempla doce sistemas diferentes de justicia? ¿Cómo puedo aprobar una hoja en blanco para normas que no se conocen, no se han escrito en el tipo, ni sanción, o no fueron limitadas en su ámbito de aplicación? Incluso el Estado tiene un trato diferente, al no poder ser objeto de demandas en sede arbitral. Eso no ocurre en el ámbito internacional y lo coloca en un estatus especial, sin razón que lo amerite. Cuando se trata diferente a quienes atentan contra bienes protegidos similares, se les está reconociendo una naturaleza distinta, y eso solo divide a quienes concurren a pactar un acuerdo social.

Dignidad. Alguien que no puede ver protegidos sus derechos, porque la justicia no llega a tiempo o porque no cuenta o una acción adecuada para protegerse y solicitar que impere el derecho, ve necesariamente afectada su dignidad. El proyecto no solo elimina el recurso de protección, sino que entrega las acciones constitucionales de tutela a los tribunales de instancia, los que, por su alta congestión, verán aún más alterado su funcionamiento. Las personas que recurran al juez verán frustradas sus expectativas, en los tiempos y forma que tomará encontrar una solución a sus problemas.

Estado de derecho. Cuando no se respeta la ley o esta no se aplica correctamente, ponemos en peligro la paz social. Si el sistema no funciona, o no se confía en él, las partes podrían querer tomar justicia por sus propias manos, en lo que conocemos como autotutela. Recordemos que son mas de quince años que el sistema espera la reforma procesal civil. Hoy una ley de mediación y ahora el mandato a crear los tribunales contenciosos administrativos no hacen más que poner en duda la factibilidad de que estos lleguen a concretarse, aumentado el peligro de la orgánica propuesta.

Democracia. La justicia es pilar de la democracia. El ejercicio de las libertades, la protección a la igualdad, la dignidad de las personas, y el estado de derecho no deben verse expuestos a un peligro tal que acarree al debilitamiento de la democracia. Si queremos un país justo, no lo tendremos sin la justicia necesaria para ese propósito.

En definitiva, lo que se juega es la estabilidad de un país, en su más amplia dimensión y fundamentos.

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