Rodrigo León

Acuerdo China-EEUU: consecuencias tecnológicas

Rodrigo León Silva Abogados

Por: Rodrigo León | Publicado: Miércoles 12 de febrero de 2020 a las 04:00 hrs.
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Notas de prensa internacional señalan que Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo parcial respecto a sus diferendos comerciales que, entre otras cosas, toca temas relativos a propiedad intelectual y a restricciones a la transferencia tecnológica.

En cuanto a la propiedad intelectual, es claro que el país del norte le exige a China elevar sus estándares de protección en el ámbito de patentes de invención, marcas comerciales y derechos de autor. Este viernes 14 de febrero China deberá, según lo pactado, entregar un plan de implementación de mejora en dicha materia a Estados Unidos en orden a cumplir con el acuerdo parcial logrado. En la práctica, el plan podría ser rechazado por Washington y volver a fojas cero, por lo menos en lo tocante a esta materia.

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El tema es relevante pues, según estudios norteamericanos, las pérdidas por infracción a derechos de propiedad intelectual que sufren las empresas estadounidenses por parte de los chinos están entre los 300 a 600 mil millones de dólares cada año. Por lo tanto, lo que pase pasado mañana será muy importante, dado que añadirá un elemento de complejidad a un ya confuso mundo en el que estamos viviendo.

En cuanto a la transferencia tecnológica, el acuerdo busca restringir los mecanismos que usan los chinos para acceder a alta tecnología occidental mediante dicha transferencia, entendiéndose por esta los mecanismos jurídicos de comercio internacional que permiten introducir tecnología en un país que no la tiene. Es conocida la voracidad china en materia de adquisición de empresas tecnológicas americanas para obtener secretos industriales, y eso precisamente es lo que se va a buscar restringir a través del acuerdo. Estados Unidos busca limitar la transferencia tecnológica privada entre subsidiarias chinas en Norteamérica con sus matrices en China, de manera de impedir el avance chino en términos de competencia tecnológica.

Es claro que Washington busca mantener, a toda costa, la posición tecnológica privilegiada que tiene frente a la nación asiática, sabiendo que las consecuencias políticas de esto son enormes. En el fondo, quien domine la tecnología va a dominar la política, no solamente nacional, sino que internacional. Eso es algo que los chinos tienen muy claro, pues para ellos todo tiene una dimensión política debiendo ser reportado al partido único.

Un signo de esto lo podemos ver incluso en nuestro propio país: según estadísticas del Instituto Nacional de Propiedad Industrial, en materia de patentes de invención (herramienta característica, junto al secreto industrial de la transferencia tecnológica) el año 2011 en Chile ingresaron 773 solicitudes de patentes desde Estados Unidos, desde China, solamente cuatro. Pero en 2019 estos números cambiaron: 490 de Estados Unidos y de China 107.

Es evidente que antes de que termine la década China desplazará a EEUU en materia de patentes. Lo relevante de esto es que se vuelve a confirmar, más allá de las visiones políticas que podamos tener, que China está en camino a ser el referente de esta década y por eso la férrea voluntad estadounidense por frenarla a toda costa.

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