Padre Hugo Tagle

Viejos felices

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Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 18 de julio de 2022 a las 04:00 hrs.
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El Papa Francisco invitó a hacer del cuarto domingo de julio el día de los abuelos, por la proximidad de la fiesta de los santos Joaquín y Ana, padres de María y abuelos de Jesús.

Con el lema “En la vejez seguirán dando fruto” (Sal 92,15), se nos recuerda que los abuelos y los mayores constituyen un valor, aporte y don. “Los ancianos deben ser cuidados como un tesoro de la humanidad: son nuestra sabiduría, nuestra memoria. Es fundamental que los nietos permanezcan unidos a sus abuelos, que son como las raíces, de las cuales extraen la savia de los valores humanos y espirituales”, dijo el Santo Padre.

“Que las personas mayores, los abuelos y ancianos cercanos a nosotros, sientan nuestro afecto y gratitud”.

Con frecuencia ellos son marginados de las familias y las comunidades civiles y eclesiales. “Sus experiencias de vida y de fe pueden ayudar a construir sociedades conscientes de sus raíces y capaces de soñar con un futuro más solidario”, dice el Papa.

“La vida del anciano es una despedida, lenta, pero alegre”. Y la idea es que la sociedad ayude a que los últimos años de vida sean “años dorados”, una feliz experiencia para ellos y su entorno. Todos ganamos con una tercera edad integrada.

La mejor calidad de vida, alimentación, cuidados y salud han llevado a que vivamos más, lo que supone un reto para todos. “Nunca hemos sido tan numerosos en la historia de la humanidad, pero no sabemos bien cómo vivir esta nueva etapa de la vida”, señala Francisco. En las últimas décadas, el número de personas mayores de 65 años no ha dejado de crecer.

Este envejecimiento poblacional afecta especialmente a los países más desarrollados, donde sobre el 25% de los mayores vive solo. “Para la vejez hay muchos planes de asistencia, pero pocos proyectos de existencia”, dice Francisco, invitando a ser creativos y encontrar nuevas formas de vivir el cuarto menguante de la vida con alegría, fe y paz.

Por de pronto, se puede aumentar su participación laboral, con trabajos flexibles, acorde a sus posibilidades. Un buen ejemplo lo da una cadena internacional de café que contrata a personas de tercera edad como vendedores. Los clientes deben tener algo más de paciencia y delicadeza, pero el sistema funciona. En el área educacional se podría subir la edad de jubilación, aprovechando mejor los conocimientos adquiridos en años de docencia. El diálogo intergeneracional garantiza y enriquece el futuro de esas comunidades. La integración efectiva de los mayores genera una dinámica virtuosa, en que la sociedad en su conjunto gana.

Comencemos por casa: que las personas mayores, los abuelos y ancianos cercanos a nosotros, sientan nuestro afecto y gratitud.

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