Un estudio que podría resultar clave para viabilizar el arribo al mercado local de nuevas aerolíneas, especialmente operadoras low cost, a partir de rebajas en algunas de las tasas aeroportuarias actualmente vigentes, está llevando adelante el gobierno a partir de una evaluación técnica que fue visada por una mesa público-privada.
Actores importantes en esta instancia son Nuevo Pudahuel, la concesionaria del Aeropuerto de Santiago, que busca aumentar la presencia de compañías aéreas con miras a la expansión de este terminal, y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), que tiene la última palabra en esta materia, dado que su presupuesto se constituye con estas recaudaciones.
De hecho, comentan en el sector, por esta razón hasta ahora esta repartición había sido reticente a revisar estas tarifas, cuya modificación se concretaría a través de un Decreto Supremo del Ministerio de Defensa.
Trascendió que en estas conversiones, donde también participan otros servicios públicos vinculados a este sector -como el Servicio Nacional de Turismo y la Junta de Aeronáutica Civil-, se estaría analizando reducir en hasta 50% este cargo para rutas nuevas.
Según se detalla en el reglamento sobre tasas y derechos aeronáuticos, que rige desde 1974 y fue modificado por última vez en 2006, este cobro da derecho a servicios básicos como el control de tránsito aéreo para la aproximación, aterrizaje y despegue (con las comunicaciones necesarias) de las aeronaves, el estacionamiento de ésta por un período de dos horas y servicios de primeros auxilios y contra incendios.
Este derecho se cobra en dólares en un rango que, dependiendo del peso del avión, va desde US$ 2,76 hasta US$ 15,71 por tonelada, en el caso de vuelos internacionales.
Esta revisión apunta, comentan conocedores, a aumentar la competencia en el principal terminal aéreo del país viabilizando, por ejemplo, el arribo de operadores como la gigante europea Norwegian Air, la séptima operadora low cost a nivel mundial, que oficializó su interés por volar desde Chile a la Patagonia a partir del próximo año.
Con este mismo objetivo, en octubre pasado, los principales ejecutivos de la compañía noruega, encabezados por su dueño y CEO, Bjorn Kjos, recorrieron los principales aeropuertos argentinos.
Recaudación necesaria
Consultados por el tema en la DGAC se limitaron a confirmar que “efectivamente es un proyecto que está en estudio para generar algún tipo de incentivo a las nuevas rutas”.
Aunque las conversaciones en torno a este eventual recorte en las tarifas de aire habrían comenzado hace cosa de un año, se mantuvieron en estricta reserva y recientemente derivaron en una validación técnica por parte de la instancia público-privada, la que posteriormente pasó al análisis de la DGAC.
La razón de este bajo perfil es que el tema sería sensible para la DGAC dado que, como comentaron conocedores de las tratativas, esta recaudación constituye el presupuesto de la entidad donde el interés principal es no ver afectados los altos estándares de seguridad con los que operan.
Según datos de la DGAC, en 2015 tuvo ingresos totales por $ 227.221 millones, un alza de 11% respecto del ejercicio anterior y de los cuales el 74% provino de ingresos de operación. Un 94% de estas entradas correspondió a venta de servicios aeroportuarios, entre los cuales las denominadas tasas de aterrizaje representaron el 12%.
La industria espera atenta una decisión de la DGAC porque una eventual rebaja de estos cargos podría abrir la puerta a un proceso similar con las tasas de embarque, que son las que pagan los pasajeros y equivalen al 81% de los ingresos de la DGAC.
Una reducción de este cobro sería bienvenida no sólo por las nuevas compañías aéreas que están interesadas en volar hacia Chile y entrar al mercado local, sino que por actuales operadores, como Sky, que derivó al modelo low cost y ofrece pasajes que son más baratos que los $ 13 mil que se cobran actualmente por este concepto de uso de las instalaciones de los terminales aéreos.
Otros interesados en Chile
La próxima semana la autoridad aeronáutica de Argentina definirá las solicitudes de nuevas rutas presentadas en ese país, en un proceso que allá no se realizaba hace más de una década y donde cuatro firmas piden volar a Chile, informó El Cronista.
La primera es Andes Líneas Aéreas, que vuela con regularidad y junto a Santiago pidió rutas a Lima y Sao Paulo. A ella se suman American Jet, que con base en Neuquén realiza charter en la zona sur; Alas del Sur de origen patagónico, que asegura contar con capitales chinos para dar el salto a los vuelos regulares, con rutas desde Córboba a distintos destinos internacionales, como Miami vía Santiago, y la cuarta es American Jet que pidió 13 rutas con base en Neuquén, una de ellas a Chile.