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Es hora de un segundo acto

Susana Rojas, gerenta de comunicaciones de Acción Empresas

Por: Susana Rojas, gerenta de comunicaciones de Acción Empresas | Publicado: Viernes 13 de mayo de 2022 a las 11:48 hrs.
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Susana Rojas, gerenta de comunicaciones de Acción Empresas

En tres años la sostenibilidad empresarial avanzó como nunca en Chile. La crisis climática, el estallido social y la pandemia fueron aceleradores suficientes para que el desarrollo sostenible se transformara en el camino más seguro para desbloquear las crisis. 

En 2019, las empresas iniciaron un agudo proceso de cuestionamiento sobre cómo estaban concibiendo el éxito del negocio y cuál era el verdadero valor que generaban a la sociedad. Muchas empresas se miraron hacia adentro para conocer las realidades de sus colaboradores, analizaron con ojo crítico las debilidades de sus procesos, escucharon con humildad a las comunidades en las que impactan y cayeron en cuenta del por qué tenían que cambiar.

2020 y 2021 quebraron todo lo que creíamos permanente. El covid arrasó con economías grandes, pequeñas y emergentes como la nuestra. Paralizó industrias sólidas y tradicionales y en semanas, la tecnología se impuso en nuestras formas de trabajar, de relacionarnos, de vivir, mostrándonos cuán atrasado estaba el sector empresarial respecto del trabajo del futuro.

El cambio climático no sólo siguió su curso, sino que se profundizó con una rapidez inusitada y las consecuencias comenzaron a ser evidentes en todo el planeta. Sequías, incendios, alza de temperaturas, altos costos energéticos y alimenticios, fueron elementos que agudizaron la crisis social. Las cifras de desigualdad, pobreza extrema, cesantía, retroceso en materia de género, migración, sumado al cierre de colegios, fueron los elementos que le mostraron a los negocios el para qué cambiar.

Muchas compañías que ya estaban virando hacia la sostenibilidad como nueva forma de hacer empresa, transformaron iniciativas en proyectos. Los directorios comenzaron a poner en la mesa conversaciones basadas en los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza), en nuevas normas, mediciones y estándares nacionales e internacionales en materia de sostenibilidad. Organismos clave como Blackrock, el World Economic Forum, determinaron que las empresas con un trabajo sólido y permanente en materia climática y social, fueron las que mejor se desenvolvieron económicamente durante la crisis.

Tres años tardó la sostenibilidad para transformarse en estrategia de negocios. Las empresas ya sabían por qué y para qué cambiar.

Pero esta era es de trasformaciones. Y cuando 2022 parecía ser un momento de reinvención, de reactivación con foco en las personas y el planeta, un conflicto geopolítico nuevamente evidenció la inestabilidad global ante fluctuaciones impredecibles, revelando cómo la dependencia energética de un continente puede golpear los sistemas económicos de todo el mundo.

Descarbonizar la economía del planeta se transformó en imperativo. El poder de los acuerdos volvió a ser el anhelo de los sistemas políticos y la transformación urgente de los liderazgos, económicos, sociales y ambientales se instaló en la reflexión global. ¿Cómo se acelera lo que se está transformando? ¿Cómo avanzar al ritmo que exige la incertidumbre? ¿Cómo se priorizan los costos? ¿Cómo se gestiona el futuro?

En un mundo que cambia sin aviso y en un Chile con nuevos actores, nuevos escenarios y nuevos desafíos, las empresas deben decidir: ¿Serán espectadoras o protagonistas de los cambios? 

Ya es hora de iniciar un segundo acto.

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