Escenario laboral y la crisis ¿Llegará el desempleo a 10%?

El fantasma de un incremento significativo en el número de personas sin trabajo ronda en el país. Nadie quiere que se repita lo vivido como consecuencia de la crisis asiática, cuando la desocupación llegó a los dos dígitos y costó casi seis años bajar.

Por: | Publicado: Domingo 2 de noviembre de 2008 a las 18:19 hrs.
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El principal temor de las personas en todas las crisis económicas se relaciona con la estabilidad de su puesto de trabajo.

En Chile, el recuerdo está muy fresco. La crisis asiática, hace justo una década, tuvo consecuencias drámaticas en algunos sectores de la economía. En sólo un año (1999) se destruyeron más de 155 mil empleos, elevando la desocupación a 11,9%, lo que fue equivalente a casi 700 mil personas. Recién en 2005 se logró bajar de los dos dígitos.

Ese escenario hoy está resonando con fuerza entre la población y los agentes del mercado, quienes ven cómo ese fantasma del mayor desempleo puede repetirse debido a los efectos de las actuales tuburlencias financieras sobre la economía local.

¿Razones? De acuerdo a los economistas, hay varias. En primer lugar, la desaceleración económica que se prevé para 2009 debería sí o sí afectar la creación de nuevas ocupaciones, las que actualmente están creciendo en cerca de 230 mil anuales. Esta cifra parece insostenible con un Producto Interno Bruto (PIB) expandiéndose entre 2% y 2,5%, como estima la mayoría de los analistas para el próximo año.

El problema es que la cantidad de personas que se están integrando al mercado del trabajo está aumentando a un ritmo superior a la velocidad de generación de empleo; y si esta última comienza a caer, la brecha se ampliará aún más, incrementando la tasa de desocupación en poco tiempo.

Las posibilidades de que algo así ocurra no son bajas, considerando que la respuesta de la fuerza de trabajo a la evolución de la actividad es más lenta.

De hecho, los analistas explican que así como en los buenos años la gente se demora en entrar al mercado laboral, cuando llegan las “vacas flacas” las intenciones de conseguir trabajo disminuyen sólo en el mediano plazo, cuando se pierde el entusiasmo al no conseguir un trabajo.

A este panorama se agregan las dificultades que genera en los ingresos familiares la inflación, la que es otro incentivo para que la gente salga a buscar empleo.

 Incluso, hay políticas públicas que en esta situación pueden aumentar la tasa de desempleados, como es el caso de las mayores facilidades para las mujeres con hijos que surgieron debido a la expansión de las salas cunas.

Los expertos calculan que si la fuerza de trabajo sigue subiendo a tasas cercanas a 4% y el empleo lo hace sólo en 2%, antes de la mitad del próximo año ya estaremos con un desempleo de dos dígitos.

Sin embargo, otros afirman que  es “insostenible” que el mercado laboral siga creciendo al ritmo que lo hace hoy y volvería al promedio histórico -cercano a 2%-, lo que evitará llegar a una desocupación de 10%, quedándose más cerca del 9%. Pero el riesgo es latente.



Distinta suerte

Si bien en 1999 -año que impactó con más fuerza la crisis asiática y que incluso fue recesivo para el país- todos los sectores de la economía fueron golpeados por la desocupación, hubo algunos más perjudicados que otros.

El impacto más importante fue sentido en la construcción y en el comercio, precisamente dos de los rubros que absorben una mayor cantidad de mano de obra. En el primero se llegó a ver tasas de 20% en algunos trimestres.

Aunque en menor escala, hoy la historia en estos sectores se comienza a repetir, ya que parte del alza registrada en el desempleo durante el último año tiene su origen en estos rubros.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la desocupación en el comercio aumentó 3,4 puntos porcentuales en 12 meses y la construcción lo ha hecho en medio punto.



Lecciones

Durante las últimas semanas se ha dicho insistentemente que Chile "aprendió la lección" sobre el sistema financiero, por lo que hoy está mucho mejor preparado para enfrentar una crisis. La pregunta entonces es: ¿hemos aprendido alguna lección sobre el mercado laboral?.

A saber. Desde el año 2001 las reformas laborales han apuntado a una mayor rigidez. Para algunos, esto está en la idea de proteger a los trabajadores, pero para otros sólo ha puesto trabas al empleo. De hecho, el último Informe de Competitividad del World Economic Forum ubica a Chile en el lugar 74 del mundo en costo de contratación y despido.

Si hoy el mercado laboral es más rígido, un shock importante en el crecimiento económico podría hacer saltar nuevamente la tasa de desocupación, al no existir la posibilidad de reducir horas de trabajo o cambiar contratos como alternativa a los despidos.

Lo anterior, a pesar que algunos argumentan que impulsar en época de crisis mayor flexibilidad en el mercado del trabajo sólo significaría más desempleo, ya que hoy las condiciones se inclinan más al despido que a la contratación.

Por otra parte, queda por ver los efectos que tendrá en el empleo los proyectos en materia laboral que por estos días anunciará el Ministerio del Trabajo y que incluyen la ampliación de las facultades de la Dirección del Trabajo y modificaciones en materia de jornada laboral.

Por ahora en el gobierno ya han advertido que combatirán una mayor alza del desempleo con más planes de emergencia, pero la solución debiera estar en la flexibilidad.

Así las cosas, para 2009 las posibilidades de que lleguemos nuevamente a los dos dígitos están a la vuelta de la esquina. Si llegamos o no puede ser sólo un dato estadístico, siempre que el foco esté puesto en reactivar la actividad y en crear más empleo.

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