México, el segundo país con más católicos del mundo tras Brasil con casi 100 millones de feligreses, se prepara para la visita del Papa que comienza este viernes.
Se trata de la primera visita del Pontífice al país, quien durante seis días recorrerá Ciudad de México, pero también otros puntos calientes del país en una agenda cargada de simbolismo. Así, acudirá a Ecatepec, uno de los municipios más violentos del país; al Estado de Chiapas, el más pobre de la nación, y a la fronteriza Ciudad Juárez.
Y es que Francisco ha declarado que el criterio del viaje -el cuarto que realiza como Pontífice a su continente natal- es “vivir la fe” de México, pero que no rehuirá de los graves temas como la violencia y la corrupción que lo afectan.
“Deseo ir como misionero de la misericordia y de la paz, encontrarme con ustedes para confesar juntos nuestra fe en Dios y compartir una verdad fundamental en nuestras vidas”, dijo el Papa argentino.
Recorrido de la visita
Francisco llegará a Ciudad de México el viernes 12 por la noche. Durante la mañana del sábado, el Papa mantendrá un encuentro en el Palacio Nacional con el presidente Enrique Peña Nieto y en la Catedral Metropolitana con los obispos para trasladarse después a la basílica de Guadalupe, donde oficiará su primera misa prevista. El domingo, el Papa viajará en helicóptero al municipio de Ecatepec, en el Estado de México y, por la tarde, visitará en el Distrito Federal el hospital pediátrico Federico Gómez y se reunirá con el mundo de la cultura en el Auditorio Nacional.
El lunes 15 de febrero visitará Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, donde se reunirá con comunidades indígenas de Chiapas y mantendrá también un encuentro con familias. Tras pernoctar de nuevo en la Ciudad de México, el vuelo papal se dirigirá a Morelia, donde el martes mantendrá encuentros con religiosos y jóvenes. La jornada del miércoles, la última de su viaje a México, Jorge Mario Bergoglio la dedicará a Ciudad Juárez, en Chihuahua.
Al llegar a la ciudad fronteriza con Estados Unidos, el Papa visitará el centro penitenciario CERESO número 3. Posteriormente irá el Colegio de Bachilleres y el Seminario Conciliar, para finalmente acudir al predio “Antigua Feria Expo”, en donde celebrará una misa con migrantes y víctimas de la violencia.
“Luchar cada día”
“Los mexicanos deberían luchar contra la corrupción y la violencia de los narcotraficantes”, instó el Papa Francisco la semana pasada. Asolado por la corrupción endémica y la violencia de los carteles que han matado a más de 100.000 personas en la última década, México está enfrentando las consecuencias de los conflictos de interés de los escándalos que envuelven el gobierno de Peña Nieto.
“El México de la violencia, el México de la corrupción, el México del tráfico de drogas, el México de los carteles, no es el México que nuestra Madre quiere”, dijo el Papa en un video difundido por el Vaticano en respuesta a una serie de cuestiones planteadas por el público. Se refería a la Virgen de Guadalupe, que los católicos veneran como patrona de México.
“Por supuesto que yo no quiero ocultar nada de eso, por el contrario, os exhorto a luchar cada día contra la corrupción, contra el tráfico de drogas, contra la guerra, contra la división, contra el crimen organizado, contra el tráfico de personas”.
Escala en Cuba
Antes de aterrizar en México, el Papa hará una parada en Cuba. El viernes, el jefe de la Iglesia Católica se reunirá con el Patriarca Cirilo, jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, en la primera reunión en la historia de los líderes de ambas iglesias.
El Papa de Roma y el patriarca de Moscú cruzarán sus caminos en La Habana, el primero en su ruta hacia México, y el segundo, en camino a Brasil y Paraguay. El escenario será el aeropuerto José Martí, donde tratarán la persecución de los cristianos en Medio Oriente y África y firmarán una declaración conjunta.
La reunión elude a dos predecesores inmediatos de Francisco, Benedicto XVI y Juan Pablo II, que intentaron, pero no pudieron llegar a un acuerdo con Cirilo y patriarcas anteriores para poner fin a la ruptura de más de 1.000 años entre las ramas occidental y oriental de la cristiandad.
“La situación que se perfila hoy en Medio Oriente, en África del norte y central y en algunas otras regiones donde los extremistas están llevando a cabo un verdadero genocidio de la población cristiana exige medidas urgentes y una cooperación aún más estrecha entre las iglesias cristianas”, dijo el alto clérigo ortodoxo metropolitano Hilarion.
“Necesitamos poner a un lado los desacuerdos internos en este momento trágico y unir esfuerzos para salvar los cristianos en las regiones en los que están sometidos a la persecución más atroz”.
La Iglesia rusa acusa a los católicos de tratar de convertir a los ortodoxos después de la desintegración de la Unión Soviética en los ´90, una acusación que el Vaticano niega.
VER MÁS
MARKET DATA
<%userdata?.email%>
Editar perfil
Credencial
Salir
(Twitter)
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok
Alto contraste
terrorismo
