El canciller de Bolivia, David Choquehuanca,
ratificó que su país no modificará una normativa de la Comunidad
Andina de Naciones (CAN) para que Perú implemente su Tratado de
Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, informaron hoy medios en Lima.
"Respetamos la posición de Perú pero también pedimos que se nos
respete. Pedimos que respete la normativa andina", dijo anoche
Choquehuanca a Radio Programas del Perú (RPP) en declaraciones
citadas hoy por la agencia oficial Andina.
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú hacen parte de la CAN pero
Bolivia es el único país miembro de ése organismo que se opone a la
modificación de la Decisión 486, que se refiere a la propiedad
intelectual.
La norma establece, entre otros puntos, compensaciones por uso de
patentes no farmacéuticas y adhesión a tratados supranacionales
sobre propiedad industrial.
Bolivia, el país andino más reacio a la liberalización económica,
ratificará su oposición a la modificación de la norma y revisará y
negociará su posición frente al proceso de negociación con la Unión
Europea (EU) en la reunión de ministros de Comercio de la CAN, que
se realizará en la sede de la Comunidad Andina en Lima entre el 13 y
14 de agosto próximo, según Choquehuanca.
"Hay varios temas, tenemos un proceso de negociación con la Unión
Europea (UE), para eso los países andinos tenemos una decisión en la
cual se establece el respeto a la diversidad a los diferentes
países", matizó.
Las negociaciones para un Acuerdo de Asociación entre la UE y la
CAN fueron suspendidas temporalmente por divergencias entre los
andinos sobre el pilar comercial.
Los andinos también han rechazado la Directiva de Retorno de
inmigrantes indocumentados, aprobada el 18 de junio pasado por la
Eurocámara, aunque Lima y Bogotá mantienen su posición de alcanzar
un acuerdo.
Choquehuanca destacó, por otra parte, el restablecimiento de las
relaciones entre Bolivia en Perú, a mediados del mes pasado.
"Las declaraciones de los presidentes nos traen momentos de
tensión, pero esto será siempre superado. Las relaciones son lo más
importante para nosotros", expresó el ministro boliviano de
Exteriores.
Los Gobiernos de Lima y La Paz se enfrascaron en una disputa
después de que el presidente boliviano, Evo Morales, denunció la
supuesta instalación de bases militares estadounidenses en Perú e
instó a los peruanos a rebelarse contra esa situación el pasado 28
de junio.
El Gobierno peruano llamó a consultas a su embajador en Bolivia,
Fernando Rojas, tras acusar al Gobierno de Morales de intromisión en
asuntos internos.
En medio del malestar, el presidente peruano, Alan García, mandó
callar a Morales, lo que motivó que el gobernante boliviano
calificara su actitud de antidemocrática.