El Gobierno
de Evo Morales solicitó al Banco Mundial (BM) un crédito de US$ 10.000 millones
para financiar planes de desarrollo productivo y social en los próximos cinco
años, informó hoy una fuente oficial.
El
vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, explicó en rueda de prensa que
los recursos se destinarán a proyectos de industrialización para generar
"riqueza y empleo" y, por otro lado, a salud, educación, saneamiento
básico y telecomunicaciones.
La atención
a las áreas productiva y social son dos grandes "obligaciones
estructurales de cualquier país sólido y serio en el mundo", aseveró.
García
Linera justificó la cifra al señalar que la deuda externa boliviana es de US$ 2.500
millones, mientras que las reservas monetarias del Banco Central llegan a US$ 8.500
millones, lo cual da al país "la musculatura económica y financiera"
para solicitar esos créditos.
Defendió
que Bolivia hoy en día es "un país solvente" frente a lo que pasaba a
principios de esta década, cuando la deuda externa ascendía a US$ 5.000
millones y las reservas eran de US$ 1.500 millones.
El ex
presidente del Banco Central, Armando Méndez, comentó al diario La Prensa que el monto del
préstamo solicitado al BM es muy elevado comparado con anteriores gestiones
gubernamentales, en las que la cifra no superaba los US$ 2.000 millones.