La
productividad agrícola avanzó considerablemente en todo el mundo en los últimos
años, salvo en África subsahariana, donde resulta necesaria su mejora para
garantizar la seguridad alimentaria, según un estudio del Banco Mundial (BM)
presentado hoy en Gaborone, la capital de Botsuana.
El estudio,
elaborado por el Grupo de Evaluación Independiente del BM, recuerda que
"el crecimiento agrícola sigue siendo esencial para reducir la pobreza en
un mundo en el que 1.000 millones de personas aún viven en la pobreza extrema,
muchas de ellas en zonas rurales".
El informe,
titulado "Crecimiento y productividad en la agricultura y la
agroindustria: Enseñanzas de la experiencia del Grupo del Banco Mundial",
también señala que es probable que "la crisis mundial de alimentos se
intensifique, ya que, según las previsiones, la demanda mundial de alimentos se
duplicará para 2050".
En los años
90 del pasado siglo, explica el documento, la ayuda del Grupo del BM a la
agricultura "se redujo como consecuencia de la falta de interés por parte
de los donantes y los Gobiernos".
Sin
embargo, agrega, la situación cambió hace un lustro, "a raíz de la crisis
de los alimentos y el creciente reconocimiento de la importancia que reviste la
productividad agrícola para el crecimiento y la reducción de la pobreza".
Entre los
ejercicios de 1998 y 2008, el Grupo del BM dio financiamiento por valor de US$ 23.700
millones para proyectos de agricultura y agroindustria en 108 países, 28 de
ellos en África subsahariana, y en 2009 comprometió US$ 5.400 millones
adicionales, además de ofrecer otros servicios de apoyo no crediticios.