Las últimas inyecciones de liquidez lanzadas por los principales bancos centrales del mundo han generado críticas entre los especialistas que argumentan que el efecto de estas medidas no van a mejorar el panorama de la economía, a diferencia de lo que ocurrió tras el inicio de la crisis financiera, con la quiebra de Lehman Brothers.
Los críticos apuntan que, aunque el primer plan de estímulo de EEUU (QE1), sí ayudó a impulsar el PIB y reducir el desempleo, no se puede decir lo mismo de los programas posteriores.
Y a pesar de que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, aseguran que las medidas de compras de activos de la Fed han elevado el PIB en cerca de 3% y creado más de 2 millones de empleos en el sector privado, los expertos creen que con las tasas tan bajas es poco probable que el QE3 tenga el mismo efecto.
“Estoy de acuerdo con eso. Creo que las medidas de liquidez del QE1 eran necesarias por el colapso financiero. Pero el QE2 tuvo un efecto muy limitado y probablemente ocurrirá lo mismo con el QE3. La Fed esencialmente ahora está expandiendo masivamente su balance, los bancos están expandiendo masivamente sus excesos de reservas y eso no está cambiando el escenario económico de manera positiva”, comentó a DF el director y economista jefe en Action Economics, Michael Englund.
Incluso si tuviera un efecto positivo marginal, el experto recalca que también puede tener enormes efectos negativos y eso es lo que está pasando por alto el banco central. Las pequeñas empresas ahora temen que la Fed está fuera de control, y que la salida del ciclo expansivo no se desarrollará de una manera suave.
Los críticos de la Fed, entre los cuales hay muchas pequeñas empresas, dicen que estos efectos negativos están aumentando, con muchos de ellos ahora temiendo “un posible abismo fiscal y una recesión el próximo año, una continua presión sobre la Fed de comprar bonos que no podrán revertir en el Congreso cuando llegue la hora, y no sólo enfrentaremos alto desempleo, sino que por culpa de la Fed también experimentaremos inflación alta y muy altas tasas de interés al final del ciclo que hará que las empresas sean reticentes a contratar e invertir”.
Efecto en emergentes
Con respecto al efecto en la economía global, Englund cree que al alentar el desapalancamiento y el temor, la política también está fomentando un menor interés en invertir en activos de mayor riesgo, lo que incluye a los mercados emergentes. Así que, aunque los mercados emergentes están viendo un auge por el alza mundial de los commodities, el otro lado de la moneda es que los inversionistas estarán menos dispuestos a apostar por estos activos.
El otro impacto de esta política se concentra en las divisas, con Brasil retomando sus acusaciones de una guerra cambiaria. En estos períodos, dice el experto, todos los países intentan devaluar sus monedas frente al dólar. Y la estrategia de la Fed tiene también indirectamente el efecto de devaluar al dólar frente a otras monedas. “Así que sí se podría decir que hay cierta cantidad de política de ganar empobreciendo al vecino. Obviamente no todos los países pueden devaluar al mismo tiempo. Esto es parte lo que está alimentando la percepción de las empresas de una mezcla política inestable, con EEUU y Europa tratando agresivamente de anticipar al otro.