Internacional

Los países que rechazaron al euro no tienen razones para lamentar su decisión

Por: por M. Fajardo y c. gonzález | Publicado: Lunes 23 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.
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En medio de la crisis que sacude a las economías europeas y con algunos países cuestionándose su ingreso al euro, sobresale el ejemplo de tres naciones de la Unión Europea que en su momento negociaron una opción para eximirse de la unión monetaria: Dinamarca, Suecia y el Reino Unido.

Las dos primeras rechazaron la adopción del euro en sendos plebiscitos realizados en 2000 y 2003, respectivamente. En el tercero, los sondeos han estado constantemente en contra de unirse a la moneda comunitaria.

Hoy pueden celebrar su decisión. Aunque se han visto afectados por la crisis por su estrecha vinculación a Europa, en los últimos dos años exhiben un endeudamiento público menor y una mayor expansión económica que sus vecinos, lo que ha redundado en un desempleo inferior al promedio de la eurozona.

Dinamarca fue pionero. Realizó un plebiscito en 2000, donde 53,2% rechazó el ingreso al euro. Suecia lo siguió tres años después, con un resultado similar: 56,1% dijo “no”. Reino Unido jamás ha realizado una consulta, pero los sondeos demuestran que allí la opinión pública ha estado históricamente en contra.

Suecia, la estrella

A pesar del relativo “éxito” en medio de la crisis, hay diferencias claras entre los tres países, según los análisis más recientes de la Economist Intelligence Unit.

En los números, la estrella sin duda es Suecia. En el período 2010-2011 ha logrado reducir el desempleo y su crecimiento ha sido robusto, aunque al igual que la eurozona, sufrió un duro bajón el año pasado. Suecia además tiene la “desventaja” de que su moneda, la corona, es considerada un “refugio” por los inversionistas, por lo cual se ha apreciado y perdido competitividad. Aún así, en 2011 se expandió casi el triple que la eurozona en su conjunto, con una mejor recuperación después de la primera crisis financiera que los miembros del euro.

Distinto es el caso de Dinamarca. Entre las economías escandinavas es la de peor desempeño, y enfrenta una crisis bancaria e inmobiliaria. De hecho, entre los países europeos ha tenido la peor recuperación de la crisis financiera de 2008/2009, con excepción de Grecia, Islandia e Irlanda. Se espera que la contracción de fines de 2011 continúe a principios de este año, a pesar de un plan de estímulo en 2012. Como exportador neto de petróleo, el superávit comercial danés además podría verse afectado por una caída de los precios del crudo.

El Reino Unido también enfrenta dificultades. Su último dato de desempleo, de 8,4%, si bien es mejor a la eurozona, es el peor del país en 17 años. La deuda pública no está mucho mejor: para enfrentar la primera crisis financiera, la deuda pública como parte del PIB subió de casi 50% en 2008 a casi 150% actual. El Reino Unido sufre actualmente una escasez de crédito y la “depresión” de importantes socios comerciales. La economía,  fuertemente dependiente de un consumo ligado al endeudamiento, está virtualmente estancada desde fines de 2010 y este año podría caer en recesión.

Sin embargo, no hay que olvidar que a pesar de su desempeño dispar, el hecho de poseer su propia moneda y banco central les otorga a los tres países una libertad fundamental a la hora de enfrentar la crisis. A través de ellos, tienen la independencia de generar alivios monetarios, una ventaja que a estas alturas querría más de algún miembro de la eurozona, sujeto a los dictados del Banco Central Europeo con sede en Alemania.

europa está en su momento más volátil en dos décadas

La Economist Intelligence Unit no tiene buenas perspectivas para Europa. Todo apunta a que en 2012 el continente volverá a caer en recesión, arrastrado por la crisis en la eurozona. Se espera que el desempleo siga en torno al 10% o aumente aún más. Un crecimiento promedio de 1,5% en el período 2013-2016 será un punto porcentual inferior a los años previos a la primera crisis financiera de 2008-2009, con una expansión desigual entre los países. Las diferencias ya existen entre el norte de Europa, con una Alemania que actualmente exhibe un desempleo en mínimos históricos y un boom del consumo, y el sur del Viejo Continente, cuyo caso más dramático es España, que duplica la media europea de cesantía y que junto a Italia sufrirá al menos dos años de recesión, según datos anticipados de un informe del FMI. La estructura productiva de los países también incidirá en la velocidad de la recuperación, así como la situación de su deuda soberana. Actualmente se da por hecho un default de Grecia, incluso si llega a un acuerdo con los acreedores, pero otros países también podrían requerir ayuda.

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