La elevación de 65 a 67 años de la edad de jubilación debe
tener una "prioridad alta" en la reforma de las pensiones en España,
que además debe incorporar otras medidas para contener el gasto del sistema,
según estimó hoy la OCDE.
Además, esa reforma debe, a largo plazo, vincular los
derechos de pensión a la evolución de la esperanza de vida, señaló la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un informe
dedicado a España.
El cálculo de esos derechos de pensión debe tener en cuenta,
además, toda la vida laboral de los beneficiarios y no sólo una parte.
Los autores del informe advierten de que "España
afronta un dramático incremento" del gasto público a causa del
envejecimiento de su población entre 2030 y 2060 en un contexto en que su
sistema de pensiones es más generoso que el de otros países en relación con las
contribuciones de los cotizantes.
Para evitar una salida temprana del mercado laboral,
aconsejan la disminución o incluso la supresión de los subsidios específicos
para los desocupados de mayor edad, así como aumentar el número de años
necesarios para cobrar una pensión completa, que ahora es de 35.
La organización insiste en que para recuperar la confianza
de los inversionistas en la economía española "es importante lograr una
mejora permanente en el equilibrio presupuestario", lo que pasa por
aplicar "estrictamente" los recortes anunciados para 2012 y 2013.