La agencia Standard & Poor's (S&P) ha revisado hoy a la baja la
nota de la banca española por riesgo país ante el deterioro de la
economía, con lo que las entidades financieras españolas quedan al
mismo nivel que las de EE.UU., Reino Unido, Chile o Portugal.
La rebaja se debe, principalmente, y tal como ha indicado la firma
estadounidense, a que el sistema financiero español es "probable" que
sufra importantes pérdidas por la morosidad crediticia, dado el alto
endeudamiento empresarial, la rápida expansión del crédito antes de la
recesión y la gran exposición al mercado inmobiliario.
Por eso, a pesar de que cree que las instituciones financieras
españolas pueden operar en un entorno económico difícil, les rebaja la
calificación por el riesgo país hasta el nivel "3", el mismo que tiene
la propia España, y por debajo de la calificación de Alemania, Francia,
Italia o Canadá.
La escala de riesgo país va desde el grupo 1, los más fuertes, hasta el grupo 10, los más débiles.
En opinión de Standard & Poor's, las principales debilidades del
sistema financiero español son el elevado endeudamiento privado, la
rápida expansión crediticia antes de 2008 y la concentración "excesiva"
de riesgo en el sobredimensionado de la construcción.