Los sindicatos pidieron hoy al G-20 que dé a la recuperación económica y al empleo la misma prioridad que se había dado para el rescate del sistema bancario al inicio de la crisis e insistieron en que hay que apostar por salarios justos, una negociación colectiva sólida y reforzar la protección social.
La agrupación Global Unions, que participó en la reunión de ministros del G-20 que se celebra en París hoy y mañana, instó en una declaración a los gobiernos de este grupo a que reúnan "el mismo grado de voluntad política" que utilizaron para el rescate del sistema financiero.
"A menos que concedan prioridad a un crecimiento intensivo del empleo y apoyen los niveles salariales, es probable que el resultado sea una inversión insuficiente que provocará una caída total del crecimiento e incrementará el desempleo", argumentaron antes de insistir en que el déficit público es "el resultado, no la causa de la debilidad de la demanda privada".
Por eso apostaron por la reducción de los números rojos de las cuentas públicas "promoviendo el crecimiento y la creación de empleo".
Las centrales sindicales enviaron a través de los titulares de Empleo un mensaje a los ministros de Finanzas y de los líderes para que en sus próximas reuniones (en octubre en París los primeros y en Cannes a comienzos de noviembre los segundos) pongan en marcha fuentes alternativas de financiación.
Se trata de disponer de fondos para el empleo, servicios públicos de calidad y otras prioridades sociales, pero también para intensificar la inversión en infraestructura y en puestos de trabajo "verdes".
Paralelamente, Global Unions propuso un "Pacto de la Juventud" que garantice a este colectivo empleos de calidad y formación, pero también invertir la tendencia actual a una creciente desigualdad en los ingresos, reforzar la negociación colectiva, los salarios mínimos y la fiscalidad progresiva.
La reunión de Empleo del G-20 cuenta también con la presencia de los máximos responsables de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavía, quienes coincidieron en solicitar a este organismo que ponga la cuestión del trabajo en el centro de su acción política.
Según la OCDE y la OIT, de persistir la actual ralentización económica y de creación de puestos de trabajo, los 20 millones de personas que se han venido a sumar a las filas del desempleo desde el comienzo de la crisis podría doblarse de aquí a 2015.
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