Nicolás Luksic, tiene 33 años y es el mayor y único hombre de los cincos hijos de Guillermo Luksic. Y al igual que su padre participa en varios directorios del grupo y, al mismo tiempo, ha desarrollado sus propios negocios.
Estudió ingeniería comercial en la Universidad Finis Terrae y su cuartel de operaciones está en las oficinas de Quiñenco.
Es presidente del directorio de Viña Tabalí, compañía que Guillermo Luksic controlaba a título personal. También es director de Enex (dueña de los activos de Shell Chile) y director de Banchile, Compañía Pisquera de Chile (filial de CCU) y la minera Michilla.
Sus primeros pasos en el mundo laboral los dio en Quiñenco como analista financiero durante cuatro años.
Sin embargo, también decidió tener experiencia fuera del holding. Así, en 2006 partió a Francia, donde trabajó en la filial de Heineken y en AXA Investment. Estuvo en ese país hasta 2009.
Luego volvió a Chile, como ejecutivo de Valles de Chile, la sociedad que hasta el año pasado agrupaba a Tabalí y a Leyda, esta última hoy perteneciente al grupo San Pedro Tarapacá.
Emprendimiento personal
Al igual que su padre, Nicolás también decidió emprender negocios personales. En 2008, creó Ionix, empresa cuyo fin es desarrollar soluciones de pagos móviles rápidamente y con una alta potencialidad para bancarizar a dichos mercados. En 2010 declaró que su padre “no se mete mucho en esto. Está muy contento, pero entiende que es un emprendimiento personal en el que no tiene nada que ver el grupo”.
Recambio generacional
Por su parte, Guillermo Luksic tenía una opinión clara sobre cómo debía ser el traspaso generacional dentro del grupo. “Normalmente los padres se ‘apernan’ con una llave inglesa al asiento del líder y no delegan hasta que mueren. Los hijos crecen a su sombra, sin oportunidad de tomar una decisión, ni de enfrentar los problemas y nunca arreglan nada. Pero el nuestro no fue un caso normal”, señaló a Canal 13 C en enero de 2010.
En otra oportunidad, contó que la familia completa estaba enfocada en el recambio generacional. “Como muchas familias estamos trabajando en el recambio, creo que todos los hermanos hemos sido bastante consistentes en que todos nuestros hijos vivan en Chile, aunque hay periodos en los que han estudiado afuera porque queremos que tengan más opciones educacionales que nosotros…”. Y sobre los desafíos de la nueva generación señaló: “Queremos que (nuestros hijos) se eduquen y se preparen bien, porque Chile está en carrera por insertarse en el mundo y las nuevas generaciones deben ser más globalizadas y entender bien las realidades del mundo”.