"No debemos acelerar decisiones que nos puedan perjudicar ser gobierno nuevamente"

Claudia Betancourt



Sergio Romero fue 20 años senador, dos veces presidió la Cámara Alta y hoy es el embajador de Chile en España. De visita por estos días en nuestro país, lo mantiene ocupado la nutrida delegación de pequeños y medianos empresarios españoles que por séptimo año consecutivo participan del encuentro Empresarial España-Chile.

Alejado de la política, "del día día" como lo define, a seis meses de asumir su cargo como embajador fue cuestionada su designación diplomática. Ello, porque el diputado español de Izquierda Unida (IU) Gaspar Llamazares, criticó la vinculación del ex senador con el régimen militar, cuando ocupó el cargo de subsecretario de Agricultura. Pero para Romero este tipo de acusaciones carecen de importancia.

- Durante estos días, desde el oficialismo, se está postulando "una nueva derecha".

- No me gustaría dar una opinión política, porque estoy en un cargo que es diplomático. Sin embargo, observo con mucha atención e interés que exista un debate sobre este tema. Eso significa que el sector nuestro está vivo, que está buscando claramente una definición de futuro. Siento que nosotros tenemos que provocar un suerte de reubicación de ciertos grupos políticos desubicados.

- ¿A qué grupo se refiere?

- No me baje a los toros (se ríe intensamente) a lo que me refiero es que hay que ordenarse a ordenarse. No debemos acelerar las decisiones que nos puede perjudicar ser gobierno nuevamente, por ejemplo.

- ¿Y respecto a la carrera presidencial? Ya hay algunos nombres dando vuelta como el ministro de Minería Laurence Golborne…

- Cada tiempo tiene su afán y no es el momento. Hay un error de enfoque.

- ¿El rol de la oposición cómo la define?, sobre todo después del rechazo al presupuesto de la Segegob.

- Es una pelea corta. Uno tiene que mirar con distancia los hechos. Pero, no me corresponde opinar sobre aquello. Aspiro a que haya una gran reforma política modernizadora. Soy un convencido que finalmente habrá un gran acuerdo. Siempre es difícil la partida, hay una resistencia al paso siguiente.

- ¿Cuál será su sello como embajador?

- El objetivo que me he trazado es que España se situe como primer país inversor en Chile. Reforzar las relaciones comerciales entre Chile y España que hoy se ubican en el segundo lugar. Sólo lo supera Estados Unidos.

- ¿Cómo ve la relación de Chile con Europa cuando países como Portugal, Irlanda y Grecia están pasando agudas crisis soberana?

- Justamente el gran problema que existe hoy en Europa es en la periferia. A pesar de ello, veo la relación con Chile estable y muy interesante porque el inversionista europeo está mirando a países emergentes y que le dan confianza como el nuestro. Chile vive un momento único y eso lo que queremos traspasar a Europa.

- En este último tiempo se ha intensificado el control de entrada a los turistas chilenos provocando serios cuestionamientos...

- Este es un tema prioritario que hemos abordado con los embajadores Iberamericanos. De hecho, hemos planteado la necesidad de que existan reglas claras y precisas en este aspecto, porque se producen algunas arbitrariedades. Es más, en este tema le hemos pedido a nuestros propios gobiernos que lo planteen en la cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno que se celebrá en diciembre en Mar del Plata, Argentina, como parte de nuestra preocupación.