Educación superior
Señor Director:
Mal que le pese a algunos, la educación es una industria que crea trabajo, compra insumos y vende servicios educacionales. Quisiera sugerir algo radical: desarrollemos mucho más esta industria.
Para ello debemos proponer más mercado, al igual que en otras industrias que reciben subsidios estatales como agua potable, electricidad, construcción, carreteras, puertos etc., que generan utilidades o “lucro”. La clave: los subsidios deben ir a las personas y que estas puedan estudiar libremente donde quieran.
Se debe perfeccionar y aumentar el sistema de créditos y becas, incluyendo un monto para los alumnos más necesitados. Ya tenemos un sistema de acreditación, que debe ser mejorado, de modo que los subsidios vayan solamente a universidades, IP y CFT acreditados.
Es un despropósito que los hijos de todos quienes leemos sus páginas reciban educación gratis, en circunstancias que se requiere tanto mayor esfuerzo y recursos del Estado en educación preescolar y escolar que, según todos los estudios, son bastante más efectivos para eliminar las “diferencias de cuna”.
Emilio Bouchon
Ing. Civil Industrial, MBA
Igualdad de género
Señor Director:
El 26 de enero se realizó en Davos (Suiza) el Foro Económico Mundial. De todas las mesas de conversación, una llamó más el interés internacional por sus intervenciones, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, y la premio Nobel de la Paz, Malala Yousazfai, compartieron opiniones denunciando la desigualdad de género. Este año Canadá llevará la presidencia del G-7, y uno de sus objetivos principales para el presente ejercicio es la igualdad de género y la importancia de incorporar a más mujeres al mercado laboral.
Este tema en Chile ya ha sido abordado cuantitativamente. El informe “Incorporación de la mujer en la economía”, realizado en 2015 por el Ministerio de Economía, menciona que si se integran 100 mil mujeres al mercado laboral, el PIB de Chile crecería un 0,65%. Otro estudio, pero del McKinsey Global Institute pronostica que, si las barreras de género fueran cerradas, el PIB mundial crecería un 26% más hacia 2025. Al final, la tarea es mutua y la economía depende de ello.
Ricardo Santana
Investigador Adjunto en CELC
La Moneda
Señor Director:
A los presidentes en Chile es común escucharles que entre sus planes no está volver a La Moneda. Michelle Bachelet, que seguirá viviendo en Chile tras dejar el gobierno, ha dicho que estará “muy atenta a vigilar sus reformas”. ¿Está con ganas de “requeterrepetirse” el plato? Al menos ella misma dijo que “hay Bachelet para rato”. Solamente el tiempo lo dirá...
Algo tiene La Moneda que los últimos presidentes siempre quieren volver, pero pensemos positivamente: tal vez les quedan cosas por hacer, otras por mejorar o, simplemente, “el amor (por La Moneda) es más fuerte”...
Luis Enrique Soler Milla