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A propósito de las contribuciones

SEBASTIÁN HUDSON Arquitecto y gerente general de Póliza Gestión

Por: SEBASTIÁN HUDSON | Publicado: Viernes 12 de enero de 2024 a las 04:00 hrs.
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SEBASTIÁN HUDSON

Rechazada la segunda propuesta de Constitución, y en el complejo panorama tributario que enfrenta el país, un tema de crucial importancia -pero del que se habla muy poco- es la confianza que los contribuyentes depositan en las instituciones para la exactitud en el cálculo de los impuestos que deben pagar, especialmente en los casos de aquellos que son poco accesibles y engorrosos, como las contribuciones.

Hace unos días se conoció un giro del Servicio de Impuestos Internos (SII) a favor de Parque Arauco por $5.500 millones (US$6 millones) en devoluciones de impuestos retroactivos producto de que se le había calculado mal el avalúo fiscal en periodos anteriores, situación que Parque Arauco fue capaz de comprobar en el Tribunal Tributario Aduanero.

“La lucha por la justicia tributaria comienza con la responsabilidad individual de cada contribuyente de revisar su cálculo de impuestos”.

Aunque el monto impresiona, no es una situación aislada, sino que refleja una problemática donde -según nuestras estimaciones- entre el 10% y el 15% de la recaudación anual de las contribuciones (unos US$200 millones) corresponden a sobrecargos indebidos debido a errores de cálculo por parte de las autoridades. Un fenómeno que se repite en países con tributos similares.

¿Por qué pasa esto? El proceso de calcular las contribuciones es intrínsicamente técnico y complicado. Contempla múltiples factores, como las características urbanas y constructivas de las propiedades; su ubicación; el tipo y volumen de la construcción, y su uso y destino. Existen unas 200 consideraciones que generan castigos o beneficios de acuerdo a criterios que van desde el tamaño del predio hasta la cercanía a servicios indeseables, como cárceles o estadios. Estos múltiples criterios, inherentes a la naturaleza del tributo, generan una alta tasa de error en los cálculos de una autoridad que debe aplicarlos a millones de unidades cada año.

Ante esta realidad, es un derecho y un deber de los contribuyentes revisar el cálculo que les afecta y que realicen un recálculo en caso de ser necesario, presentando un expediente en la instancia correspondiente. Pero es recomendable que lo hagan siempre con la asesoría de expertos en el tema, como arquitectos y expertos en gestión inmobiliaria, ya que al ser un impuesto con base técnico-urbanística, los argumentos son complejos de desarrollar y se requieren conocimientos que abarcan el derecho, aspectos comerciales y arquitectónicos.

Resultados como el de la reclamación que hizo Parque Arauco nos ayudan a desarrollar confianza en nuestras instituciones, ya que se reconoció el error cometido y se enmendó de acuerdo con la normativa vigente. Pero debe actuar como un recordatorio de la necesidad de contar con un sistema tributario transparente, justo y eficiente.

La lucha por la justicia tributaria comienza con la responsabilidad individual de cada contribuyente de revisar su cálculo de impuestos. A su vez, es imprescindible fomentar un debate serio y profesional sobre las capacidades del Estado para aplicar de manera correcta los impuestos y no cometer errores que perjudican a los ciudadanos. Un sistema tributario justo y eficiente es fundamental para mantener la confianza pública en las instituciones y la estructura fiscal del país, asegurando así que nadie pague de más sin darse cuenta.

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